El área de finanzas cobra relevancia en la operación cotidiana de las organizaciones. Dentro del manejo financiero de las empresas existen tres decisiones fundamentales que deben ser realizadas: inversiones, estructura de capital y política de dividendos.
Inversiones. Desde el primer momento en que iniciamos nuestro negocio, las decisiones que tomamos en relación a los diferentes aspectos sobre los qué invertir más o menos, requieren de una previsión. En el plan de negocios debemos contemplar cuáles son las áreas que requieren de una mayor inversión y el crecimiento que podrían darle a nuestro negocio. La falta de visión puede hacer que cometamos errores significativos en nuestras proyecciones y está muy relacionado a otro problema importante que es el desconocimiento de la estructura de la empresa y de las partes a las que debemos invertir más para conseguir estrategias determinadas de crecimiento.
Capital. Si bien el capital se refiere a todos los recursos (económicos, humanos, estructurales) con los que contamos para llevar una actividad definida que puede generarnos beneficio, resulta indispensable conocer todos los aspectos que pueden afectarlo al momento de iniciar las operaciones. Desde las disposiciones fiscales, como facturas, recibos, contabilidad, los requerimientos infraestructurales como renta, mantenimiento, adquisición de nuevos equipos, la nómina, seguridad social, etc. El no considerar estos aspectos limita nuestra empresa ante las eventualidades y la subsistencia en el tiempo. El capital circulante debe tener una gestión que asegure la supervivencia y el crecimiento.
Política de dividendos. Se trata de las decisiones que determinan la división de las utilidades de la empresa. Cuándo, cómo, de cuánto será la retribución a socios e inversionistas del negocio. Es importante considerarlo ya que debe de ser pensado estratégicamente de modo que le genere valor al inversionista sin alejarse de los objetivos de la empresa.
En los tres casos, se pueden evitar los errores fatídicos con una visión a corto, mediano y largo plazo de la proyección de nuestra empresa.