La teoría de los pequeños logros para motivar a tu equipo de trabajo 

La teoría de los pequeños logros para motivar a tu equipo de trabajo 

En el sector empresarial es muy común celebrar solo los grandes logros, esos que se destacan a simple vista y que forman parte de un objetivo final. Sin embargo, ¿qué pasa con cada uno de los pasos y acciones que llevaron al equipo a alcanzar ese logro?

Whitney Jhonson, directora ejecutiva de Disruption Advisors y autora del libro Smart Growth: How to Grow Your People to Grow Your Company, afirma que la celebración es una oportunidad para cimentar las lecciones aprendidas durante el camino hacia el éxito y que sirve para fortalecer las relaciones entre los miembros del equipo de trabajo, quienes comparten la victoria y hacen que los logros futuros sean más memorables.

La mayoría de las pequeñas y medianas empresas no tienen una estrategia de celebración, por ende, sus equipos de trabajo no celebran sus pequeños logros y desconocen el valor de hacerlo.

A continuación, compartimos contigo algunas recomendaciones para poner en práctica la celebración de las pequeñas victorias:

  • Los logros a celebrar no tienen que ser grandes, pero sí deben ser significativos para el equipo de trabajo y la empresa.
  • Las celebraciones no necesitan ser muy elaboradas, una opción puede ser una invitación a almorzar juntos.
  • Identifica un día a la semana para reconocer y celebrar los logros de tu equipo.
  • Invita a tu equipo de trabajo a tomar la celebración como una pequeña pausa para evaluar el camino recorrido, ver hasta dónde han llegado y contemplar lo próximo a realizar.

Es importante saber que, para implementar la estrategia de celebración de pequeños logros, debes tener claro cuál es el objetivo final y cuáles son cada una de las acciones que los llevará ahí. De esa manera, tú y tu equipo de trabajo sabrán cuándo es momento de celebrar.

Algunos expertos afirman que esta estrategia es como un hábito de éxito, debido a que cada vez que se celebran los pequeños triunfos generas un refuerzo positivo que mantiene al equipo “adicto” al progreso.

Además, la celebración de las pequeñas victorias genera un cambio positivo en la mente y las emociones de las personas, convirtiéndose en el combustible para alcanzar más logros que puedan celebrar con sus compañeros de trabajo.