La técnica del contraste consiste en identificar, listar y analizar las causas de un problema en particular, con la finalidad de invertirlas para obtener su contraposición, en este caso ver lo contrario de lo que realmente está sucediendo.
Esta es una técnica para generar ideas a partir de los problemas, básicamente es contrastar lo negativo con lo positivo identificando lo opuesto a esa situación que no deseamos, para finalmente alinear el pensamiento positivo en la consecución de una solución.
La técnica del contraste tiene sus raíces en la teoría Gestalt. Una corriente psicológica proveniente de Alemania, que ha sido adoptada por el marketing exitosamente para diseñar una estrategia con mayor efectividad en el cliente, enfocándose en que la percepción que tiene el consumidor de una marca depende de cómo éste percibe cada uno de los elementos que la conforman.
Pasos para aplicar la técnica del contraste
Existen 3 pasos básicos para implementar esta técnica con tu equipo de trabajo:
Paso 1. Haz una lista de las causas del problema y luego procede a analizarla.
Paso 2. Busca el contraste de cada causa que origina el problema y coloca en positivo aquello que deseas, una contraposición de cada elemento que no se desea.
Paso 3. Busca la situación ideal, hazte la pregunta ¿Cuál sería la situación ideal?, las respuestas a esta cuestionantes te ayudará a ti y a tu equipo a generar nuevas ideas sin limitaciones.
Por otro lado, la técnica del contraste también se utiliza como recurso en el mundo de las ventas, con la finalidad de influir en la decisión del cliente, presentando los productos en el orden adecuado para obtener la compra.
Entre algunas de las ideas que se pueden aplicar podemos destacar, al ofrecer un producto con un precio mayor primero y luego presentar otro producto con características similares a un precio menor. ¿Cuál crees que elegirá el cliente?
De igual manera, si tienes un local comercial coloca tu producto estrella entre otros que permitan resaltar las bondades del primero.
