Muchos emprendedores incurren en el error de mezclar sus finanzas personales con la de su PYME, siendo esto una decisión fatal para el éxito de ambas partes.
Según la Secretaría de Economía, “un gran porcentaje de emprendedores comparten las finanzas con su empresa, poniendo en riesgo su estabilidad y crecimiento debido al descontrol en las cuentas”.
Y esto ocurre porque la tasa de interés personal es mucho más alta que la empresarial. Este últimos es más competitivo y está creado para comprar activos fijos como: materiales, muebles, insumos, etc.
A continuación te damos una serie de recomendaciones que te ayudarán a mantener tus finanzas por separado, además te compartimos las razones por las que debes tener el banco de aliado.
Lo primero es que debes sacar dos cuentas diferentes, una personal para cubrir tus necesidades personales y otra que sea un producto financiero empresarial para resolver todas las necesidades de tu PYME.
Puedes solicitarle apoyo a tu banco, existen muchos productos financieros dirigidos a PYME. Puedes acercarte y preguntar por un financiamiento adecuado que te permita alcanzar el crecimiento que esperas, pero que al mismo tiempo no rebase tu capacidad de pago.
También es importante que administres una nómina. Contrata a un especialista en recursos humanos o contabilidad para que se encargue de esta parte en tu empresa de una forma correcta y puntual.
Además, es imprescindible que no uses dinero de tu empresa para ti. De hacerlo, lo más probable es que no lo regreses, lo que repercutirá en la estabilidad de tu PYME. Y peor aún, podrías perder el equilibrio en ambas partes debido a que no tienes control de tus gastos. Separar tus gastos personales de los empresariales te beneficiará a largo plazo, y además mejorará la administración de tu empresa y te ayudará a que se desarrolle correctamente.
