Ya sabemos que la sostenibilidad no solamente se refiere a la rentabilidad de una empresa, sino que el concepto también incluye a los aspectos de responsabilidad social y medioambiental. El compromiso tampoco es exclusivo de las grandes corporaciones, las pymes también enfrentan el reto de incluir el cuidado del medioambiente y sus comunidades de interés dentro sus políticas y normas de actuación.
Las bolsas plásticas, tan frecuentes en los negocios, principalmente en las tiendas y supermercados, tienen un impacto negativo en la naturaleza, principalmente en los mares donde muchas veces llegan a parar, afectando las especies marinas. Están hechas de derivados del petróleo y son muy contaminantes.
Aunque en los últimos años países con economías de gran tamaño se han interesado por el tema, las últimas estadísticas del área medioambiental de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que en todo el mundo usa cada año unos 500 mil millones de envolturas plásticas.
Cada vez es más común encontrar en el mercado bolsas biodegradables, que disminuyen el tiempo de descomposición, así como otros métodos de empaque reutilizables. La acción más reciente la desarrolló la Unión Europea al crear una ley que prohíbe a los supermercados regalar las fundas a los clientes. Esta iniciativa busca disminuir la opción fácil, rápida y gratuita que hasta el momento había representado.
Desde las pequeñas y medianas empresas es posible desarrollar estrategias tanto a lo interno como externo del negocio. Aunque represente un costo en materia de inversión para utilizar bolsas de materiales más costosos, es posible desarrollar campañas de concientización tanto para los empleados como para los clientes. De manera que sean capaces de comprender que los productos de tu pyme tienen un valor agregado a beneficio de la naturaleza.
Aunque en la República Dominicana aún no existan legislaciones que lleven a los comercios y consumidores a disminuir el uso excesivo del plástico, desde la compañía que diriges siempre será posible que crees tus propias normas de conciencia ambiental. Puedes mirarlo como una oportunidad para enviar una imagen positiva sobre tu responsabilidad medioambiental; como una ventaja competitiva, debido a que te diferenciará de otros negocios que no ahondan el problema del plástico que de acuerdo con la ONU lleva a los océanos ocho millones de toneladas cada año.