Los indicadores son instrumentos que permiten a las empresas medir su nivel rendimiento, evaluando los costos y gastos para transformarlos en ventas de valor. Las pequeñas y medianas empresas deben conocerlos para calcular su rentabilidad.
El Valor Actual Neto (VAN) es una de esas herramientas útiles, esta te ayuda a conocer el valor presente de un proyecto de inversión. Este procedimiento determina la cantidad de dinero neto que ingresó a tu negocio a partir de una determinada inversión. Si los valores son positivos, el empresario puede tomarlo como referencia para emprender otros planes.
Para determinar el VAN la expresión matemática explica que consiste en establecer ‘‘la diferencia entre el valor actualizado de los flujos netos de caja generados por una inversión y el desembolso necesario para realizar dicha inversión’’.
Para iniciar un negocio se requiere destinar unos recursos económicos que se espera retornarán en un tiempo previamente evaluado. Si la compañía ha estado abierta menos de un año, el cálculo sería decir que las ganancias equivalen al total de los cobros menos el desembolso efectuado.
Pero si el tiempo es mayor, intervienen otros elementos. Esto se debe a que el valor del dinero en el tiempo cambia. Con esos flujos: entradas y salidas, es que se calcula el VAN.
El ejercicio sería el siguiente:
- Lo primero que debes hacer es definir el tiempo que durará el proyecto, para luego observar si la inversión inicial será retornable. Muchas veces se desconoce este dato, pero debes pensar plantearte un tiempo tentativo y dividirlo por períodos, de manera que se determine cómo será la evaluación, si mensual, semestral, anual…
- Decide cuál será la tasa de costo de oportunidad, para esto observa otros proyectos con esa misma inversión y un nivel de riesgo equiparable. Por ejemplo, si voy a vender helados y para ese proyecto cuento con RD$500 mil, debes saber cuál es la tasa de retorno de ese sector económico en el que te encuentras.
- Ahora bien, este es el momento para decidir cuál será tu monto inicial y del movimiento de fondos que tendrás durante cada fase del proyecto que previamente decidiste.
- En el primer año anotas la inversión inicial del proyecto y en los años siguientes te dedicas a registrar ingresos y egresos relacionados con el proyecto que ejecutas.
- Una vez has realizado todos los pasos anteriores es que se procede a utilizar indicadores, como por ejemplo el VAN, que te ayudará a determinar la rentabilidad de un negocio.
- Para determinar el VAN se necesitan tres datos: la cantidad a invertir, flujo de caja neto proyectado y la tasa de descuento que debes emplear para pronosticar la inflación o el costo de un préstamo.
VAN = BNA (beneficio neto actualizado) – Inversión (inicial)
El VAN se refiere al flujo de caja que se debe actualizar de acuerdo a esa tasa de oportunidad que has definido previamente. Si la inversión es mayor que el VAN, se ha inclumplido con esa tasa; si la inversión es igual al VAN, la tasa se ha cumplido; mientras que cuando el VAN resulta mayor a la inversión, la respuesta es que se cumple con la tasa y se consiguen ganancias. Esto último es lo que buscas al desarrollar un proyecto: poder retornar tu capital y obtener beneficios. En palabras más simples:
VAN mayor a 0: negocio rentable y logra conseguir un retorno por encima del costo de oportunidad.
VAN menor a 0: no es rentable.
VAN igual a 0: Es decir que ni pierdes, ni ganas dinero.
Existen otros indicadores como el período de retorno de la inversión (PRI) que calcula el período de tiempo que necesita tu compañía para que los flujos netos invertidos retornen al capital, o la tasa interna de retorno (TIR) que apunta al rendimiento anual que genera esa inversión.