Los clientes son los protagonistas de tu negocio. Por tanto, el trato hacia ellos debe ser, no solo cortés, sino espléndido. Para lograr esto, estudia su psicología y ten unas herramientas comunicativas impecables.
A continuación Impulsa Popular te recomienda algunas frases que siempre serán útiles para enganchar a las personas:
¿En qué puedo ayudarte?
La cortesía es la expresión más sublime de los vendedores. Esta pregunta cuando la persona llega a tu negocio te abrirá la primera puerta de interconexión. Debes esmerarte y hacerle sentir que está ahí para colaborar de manera útil y esmerada en ese proceso de búsqueda de un producto.
Es importante que al introducir con esta interrogante los dejes hablar. Tu función es escucharlos. No importa que den muchas vueltas para explicarte detrás de cuál artículo es que andan.
Ahora mismo desconozco ese dato, pero en seguida lo investigo
En ocasiones cuando llegan a tu negocio y solicitan una información, es posible que tu colaborador no la tenga. Siempre, debe mostrarse atento e interesado en resolver la situación. Que tome los datos de la persona e inmediatamente tenga conocimiento, la llame, le ofrezca los detalles y se disculpe por el inconveniente. Esto envía buenas señales de gerencia de calidad.
¿Algo más en lo que le pueda ayudar?
Nunca des por sentado que esa persona solo desea lo primero que te solicitó. Recuérdale a tu personal que siempre deben presentar múltiples opciones de comprar. Y aún más, cuando ya haya satisfecho al cliente en ese primer pedido, que con habilidad introduzca esta frase para que despierte el interés en otros artículos.
Además, esta idea demuestra atención ante los requerimientos del centro del negocio: el cliente.
Gracias por su compra/por visitarnos
La gratitud es uno las mayores manifestaciones de humanidad que puedes elegir. Debes demostrarle al comprador que valoras te haya seleccionado para satisfacer una necesidad. Esta frase visibiliza a esa persona, de lo contrario, puede sentir que lo consideras un número más y que solo te interesa el dinero. Estrechar los lazos de cercanía construye fidelidad.
¡Siempre a sus órdenes!
Tu actitud siempre hablará de tí y tus colaboradores. Esta expresión, acompañada de una sonrisa, pondrá ese condimento final al proceso de compra. Le dice al cliente que puede regresar cuando quiera, que no importa si tiene un inconveniente con el producto, que tu marca estará ahí, dispuesta a ayudarle a resolver su necesidad, ‘‘siempre’’.