Los empresarios más exitosos tienen muchas cosas en común: una de ellas es saber sacar el mayor partido de su tiempo
Levántate temprano
Empezar a trabajar antes es una gran técnica para aprovechar mejor el día en tu pyme. Si eres de los primeros en llegar a tu lugar de trabajo, podrás comenzar la jornada con menos distracciones, lo que te permitirá concentrarte en lo que necesitas hacer. Debes motivarte para llevarlo a la práctica, pero ten confianza en su efectividad.
Haz ejercicio en la mañana
Los emprendedores tienden a trabajar largas horas en sus pymes y se quedan pegados a la computadora durante la mayor parte del tiempo. Este es un estilo de vida poco saludable, así que asegúrate de hacer algo de ejercicio. La gente que hace alguna actividad física duerme mucho mejor. Esto facilitará que seas más productivo al siguiente día.
Pon el celular a cierta distancia
Puede ser que estés mirando las últimas noticias o verificando tu cuenta de chat; da igual el contenido, tienes que dejar el teléfono. Quizás por la curiosidad lo miras cada 10 minutos, por ello, tienes que trabajar lejos del celular. Por supuesto, puedes mantenerlo en sonido para escuchar las llamadas que sean importantes, pero nada te obliga a contestar los mensajes inmediatamente.
Renuncia a las redes sociales
Nuestra cultura tiene una fascinación de saber qué pasa en la vida de otras personas. Ponerte a revisar Twitter y Facebook no es nada más que una pérdida de tiempo. ¿Ver lo que hacen los demás es más importante que tu pyme?
Ordena tu lugar de trabajo y tu computadora
Tu espacio de trabajo, muy probablemente, tiene dos caras: una real (tu oficina, la planta, etc.) y una virtual (tu computadora). Y es imposible ser eficiente si este entorno está tan desordenado que puedes perder decenas de minutos buscando un archivo o ese documento importante que alguien dejó sobre tu escritorio. El único propósito de trabajar en un espacio ordenado es facilitar tu desempeño y, si es posible, estimular tu creatividad.
Depura tu email
Haz que los correos como newsletters, ofertas y promociones se vayan a una parte que no te notifique. Cuanto menos suene tu celular (salvo que sea un mensaje importante) menos distraído estarás. Este tipo de correos no necesitan atención inmediata, revísalos después cuando ya hayas terminado tu día en la pyme para que no interfiera con tu trabajo.
Planifica tu jornada
La mejor forma de sacar provecho a tu día laboral es planificándolo. Dedica entre 20 y 40 minutos diarios a esta tarea y, por ningún motivo, pienses que es tiempo perdido. Todo lo contrario: la definición de una buena agenda de trabajo te permitirá priorizar con certeza y avanzar en los temas realmente importantes para tu pyme. Si lo haces día por día, mejorará tu “visión global” sobre tus tareas y serás capaz de anticipar reuniones difíciles o identificar nuevas tácticas para mejorar tu desempeño. Si llegas temprano, esos minutos de concentración serán tu mejor aliado al momento de planear tu día.
Divide tareas en actividades más pequeñas
Empieza cada día priorizando actividades, escribiendo y agendando cada una. Al separarlas en tareas más sencillas y cortas, tu cerebro responde mejor, disminuyes el estrés y alcanzas tus metas más rápido.
Delega las tareas en las que no eres imprescindible
Delegar es una habilidad que necesitan muchos empresarios para hacer crecer sus pymes y obtener un impacto positivo por parte de su personal. Realizar tareas tácticas puede ser muy satisfactorio a corto plazo, ya que se consigue algo tangible en muy poco tiempo. Pero a la larga, es una pérdida de tiempo que podrías utilizar para realizar otras tareas más importantes. Por ello, delega estas tareas en las personas en las que más confíes.
Sistematiza y automatiza todo
Cada movimiento es parte de tu negocio, desde tu proceso de marketing a las compras de tu cliente, de modo que debes crear procesos para hacer cada paso más fácil. ¿Hay alguna parte de tu negocio que te hace más lento? Encuentra una forma de hacer que en tu pyme algunas cosas funcionen en piloto automático y eso te liberará de tener esa responsabilidad, haciendo que todo marche mejor.