¿Empiezas a sentir que asistes a reuniones de trabajo desde la primera hora de la mañana y cuando regresas a tu oficina para empezar a producir ya estás agotado porque tus mejores momentos del día los consumieron esos encuentros de planificación? ¿Te parece que no avanzas porque tu deber como líder es crear estrategias, participar en reuniones de negocios y, al mismo tiempo, ejecutar todo eso que hablaste durante horas con las personas que te reuniste?
Impulsa Popular te presenta algunas opciones para que puedas aprovechar las mejores horas de tu día.
Empieza organizándote. Escribe ese listado de acciones prioritarias y secundarias que debes llevar a cabo. Establece tus metas y tácticas para lograrlas. Decide cada mes o semana a cuáles reuniones no puedes faltar, así como el tiempo que puedes dedicarle a cada una de ellas dependiendo tu agenda.
Existen muchos encuentros presenciales innecesarios. De hecho, es común escuchar a la gente decir que participaron en una reunión que se pudo haber resuelto por teléfono. Gracias a las nuevas tecnologías, puedes sopesar la importancia o no del encuentro físico con tus socios, colaboradores o clientes. Hay herramientas de mensajería y videollamadas muy efectivas que pueden evitarte perder tiempo en el tránsito, en un restaurante, en una sala de espera o por la impuntualidad de algunos de los congregados.
Otra opción es que te enfoques en lo verdaderamente importante. Traza tu cronograma de temas a abordar, de manera que puedas optimizar el tiempo que debes dedicarle a esa actividad e impedir que se prolongue por mucho divagar sobre tópicos no prioritarios para el momento.
Sé puntual. Es clave para que puedas retornar al desarrollo de tu labor. Debes intentar ser puntual en la medida de lo posible y solicitarle a las demás personas que también lo sean.
Escoge la hora que mejor te convenga. Es importante que te autoevalúes para que puedas determinar cuáles son esas horas de mayor concentración y rendimiento para que las utilices a tu favor. Dependiendo el tipo de reunión, algunos expertos sugieren que la ubiques en horario de almuerzo o al caer la tarde, de manera que al encontrarte con el cliente, hayas aprovechado la mañana y la tarde, o bien no tengas que interrumpir el desarrollo de un trabajo para irte a una reunión.