Aunque se trata de un concepto aplicado para grandes empresas, en la última década se ha estado aplicando también en las pequeñas y medianas. No es más que el estudio del comportamiento de las personas dentro de una organización. Su importancia yace en que, con el análisis de los resultados los gestores de recursos humanos pueden conocer mejor a los colaboradores, y de ahí mejorar las relaciones interpersonales entre ellos.
Cuando se conocen bien a los empleados se sabrá cómo será su desempeño y esto ayuda a mejorar el funcionamiento de la empresa. Este tipo de psicología también funciona a la hora de resolver conflictos o problemas internos y corregir conductas. Es decir, mejora el clima de trabajo. Y sirve de igual manera para el asesoramiento en cuanto a la carga de trabajo. Es como un detector de estrés que puede evitar el agotamiento tanto emocional como físico.
Por otra parte, la sicología organizacional puede utilizarse en el marketing a la hora de definir un mercado o público al que se le planea ofrecer productos o servicios. Y muy importante, el profesional psicólogo de la organización también puede dar apoyo al liderazgo de la empresa.
En ocasiones la toma de decisiones de la gerencia se puede ver afectada por situaciones económicas de la empresa o del mercado. Un especialista puede ser fundamental en el análisis sicológico y ayudar a tomar las decisiones correctas.