Sabemos que emprender no es tarea fácil y que, acompañado de las situaciones del día a día, pueden llevarte a un estado de estrés extremo o burnout como se le conoce en inglés, situación que afecta el desempeño y disminuye tus niveles de productividad.
Incluso amando lo que haces puedes experimentar un estado de fatiga que te abruma y te mantiene desenfocado de tus objetivos, impactando de manera negativa los resultados que esperas tener en tu emprendimiento.
¿Conoces cuáles son las señales que indican que estás presentado un cuadro de desgaste profesional?
A continuación te compartimos algunas señales de alerta a las que debes estar atento:
- Tienes situaciones delicadas de salud física y mental. El burnout genera un impacto negativo en la salud ocasionando migrañas constantes, dolores en la espalda, obesidad, problemas digestivos e incluso problemas cardíacos. El estado de estrés extremo puede llegar a disminuir las defensas de tu cuerpo y producir efectos secundarios, provocando que te enfermes con más frecuencia.
- Cometes errores frecuentemente o no puedes gestionar tus emociones. Tomas decisiones importantes a la ligera, tienes reacciones iracundas y tiendes a explotar con otros fácilmente.
- Disminuyes los niveles de productividad. Generando frustración laboral por no tener los resultados esperados.
- Te sientes desmotivado y aumentan los síntomas de depresión. Cuando se inicia un nuevo proyecto o una idea de negocio lo primordial para salir adelante es mantener la motivación para que la rutina no se vuelva abrumadora y sigas enfocado en las metas que deseas lograr, pero con frecuencia se puede presentar una conducta emocional inusual al caer en un exceso de trabajo.
- No dejas de pensar en el trabajo. Aún cuando ya estás en casa o en actividades sociales, usualmente no compartes con tus seres queridos y te mantienes constantemente ocupado con tu agenda laboral.
Si presentas alguno de los síntomas mencionados puedes tomar estas acciones que te recomendamos para hacer frente al estrés extremo:
- Regálate un espacio para desconectarte del trabajo. Puedes salir a lugares tranquilos, rodeados de la naturaleza y compartir con tus seres queridos de manera intencional.
- Presta atención a tu salud. Si presentas síntomas frecuentes como dolores de cabeza, espalda o malestar estomacal, visita a tu médico. También te recomendamos que consultes a un profesional en el área de la salud mental, si experimentas indicios de ansiedad o depresión. Es de suma importancia que cuides de ti y procures tu bienestar integral ante todo.
- Organízate. La planificación de tu día y llevar una agenda que te permita tener un equilibrio entre tus espacios de productividad y los de recreación, te ayudará a evitar el síndrome del burnout.
- Toma descansos cortos en el transcurso del día. Desde hace unos años se ha popularizado el uso de los microdescansos, una técnica sencilla para desconectarte por 15 minutos haciendo algo que te ayude a relajarte. Está demostrado que esta práctica aumenta la productividad y la puedes aplicar varias veces al día.
Recuerda: ser productivo no significa trabajar todo el tiempo. Ser productivo es aprender a administrar efectivamente tus talentos, tiempo, energía y entusiasmo, y eso implica priorizar tu descanso.