El éxito está compuesto por diferentes elementos como el compromiso, responsabilidad, conocimientos, relaciones sociales, liderazgo, entre otros, pero uno que sin lugar a dudas es indispensable, ¡es la disciplina! Un hábito que ha ayudado a muchos emprendedores a alcanzar el éxito.
No obstante, solo aquellos que estén dispuestos a asumir el sacrificio y el autocontrol para hacer lo que deben hacer, tendrán mayores oportunidades de lograr lo que se propongan.
En el libro “El poder de la disciplina” del autor Raimon Samsó, quien también es conocido por escribir el libro “El código del dinero”, sostiene que el mundo de los ganadores está conformado por personas que, sin excepción, son capaces de posponer su gratificación inmediata a otro momento futuro.
Es por esta razón que la afirmación “antes del placer, el deber” es parte de su filosofía de vida, gracias a los grandes resultados que ha podido obtener.
Por otro lado, la falta de disciplina trae consigo la procrastinación, que consiste en posponer las tareas que debes hacer, acumulando con el transcurso de los días más actividades y trabajo.
La acumulación de tareas desencadena estrés y sentimientos de culpa, sin mencionar la evidente disminución de la productividad.
A continuación, hemos seleccionado tres estrategias que puedes aplicar para instalar el hábito de la disciplina en tu día a día.
Crea una rutina diaria
La mayoría de las personas exitosas en diferentes industrias coinciden en que llevan una rutina que les permite mantenerse organizados y enfocados en sus propósitos, llevando una planificación día tras día.
En el libro » El club de las 5 de la mañana», Robin Sharma propone toda una rutina para hacer de tus mañanas más productivas. Cuando te acostumbres a realizar la misma tarea a la misma hora, difícilmente olvidarás hacer una actividad importante para el crecimiento de tu emprendimiento; te mantendrás más organizado y productivo.
Elimina las distracciones
Para cumplir con tus metas, así como para adoptar el hábito de la disciplina, debes disminuir aquello que te distrae y te aleja de tu propósito.
Identifica esas actividades y elimínalas, al final cuando obtengas los resultados que esperas, verás que valdrá el esfuerzo el cambio de mentalidad y fuerza de voluntad.
La regla de las 24 horas
Esta táctica recomendada e implementada por Raimon Samsó, consiste en realizar una acción en menos de 24 horas luego de haber tomado una decisión. En ese sentido, si decides hacer algo, haz una acción inmediata, exígete empezar a trabajar en ello antes de que transcurran 24 horas.
Si tomas la decisión de innovar en un nuevo producto, en menos de 24 horas deberás ponerte en marcha para lograr ese objetivo y accionar se refiere a simplemente empezar con:
– Una llamada telefónica a esa persona que te puede ayudar con tu objetivo.
– Realizar una lluvia de ideas y plasmarlas por escrito.
– Diseñar el proceso.
– Solicitar asesoría.
Lo importante de esta regla es salir de la inercia y tomar acción inmediata, pero sobre todo tener un propósito único, que debe ser esa razón poderosa que te impulse a hacer lo que debes hacer.
Y tú, ¿qué tan disciplinado eres?
