“El crecimiento no ocurre por sí solo”, así reza la ley de la intencionalidad plasmada en el libro “Las 15 leyes indispensables del crecimiento” del famoso autor y coach de liderazgo, John C. Maxwell. Igual ocurre con el emprendimiento. El crecimiento de una idea de negocio no es automático, hay que provocarlo.
La ley de la intencionalidad busca que el individuo tome acción con intención y sentimiento de urgencia, para que aquellos pensamientos limitantes, y otros factores externos, no tronchen el proceso de emprender.
¿Qué te limita a crecer?
Existen muchos pensamientos limitantes que detienen a las personas a crecer. En el libro, Maxwell los define como “brechas que te separan a ti de tu mejor versión”. A continuación, te compartimos las ocho brechas del crecimiento.
1. La brecha de la suposición: pensar que tu crecimiento personal va a ir acompañado de tu crecimiento biológico es uno de los principales errores. Igual ocurre con el emprendimiento. No supongas que el mismo crecerá automáticamente. Necesitas trazar un plan para que tu negocio crezca y asumir la responsabilidad por completo del proceso de crecimiento de tu negocio, ya que nadie lo hará por ti.
2. La brecha del conocimiento: en el emprendimiento, muchas veces, se espera saberlo todo y esto nunca va a pasar, o por lo menos no en este momento. Así que, continúa elevando tu conocimiento, y mientras conforma un equipo de profesionales en diferentes áreas que te ayuden a impulsar tu idea de negocio.
3. La brecha del momento: para muchos nunca será el momento adecuado para empezar algo. Y es que si las personas esperan ese momento nunca harían nada. El momento para iniciar esa idea de negocio, o de estudiar eso que deseas, ¡es ahora!
4. La brecha del error: el miedo al fracaso es lo que detiene a las personas en convertirse en su mejor versión, miedo a equivocarse y que otros sean testigo de ello. Sin embargo, así como en el crecimiento personal, el emprendimiento va acompañado de prueba – error. Si deseas emprender, debes superar el miedo a cometer errores y reconocerlo como una parte más del proceso.
5. La brecha de la perfección: es común que muchos se queden estancados en su proceso de emprender, buscando la mejor manera de comenzar. No se dan cuenta que el primer paso es empezar y, a medida que van haciendo el recorrido, encontrarán mejores maneras de hacerlo.
6. La brecha de la inspiración: la motivación para hacer algo no ocurre mágicamente. Muchas veces no llega la inspiración hasta que estás trabajando en ello. Por lo que la mejor recomendación para eliminar esta brecha es actuar. Simplemente haz lo que tienes que hacer sin esperar a sentirte motivado o inspirado para hacerlo.
7. La brecha de la comparación: la frase “siempre habrán personas mejores que tú”, evoca cierto celo en algunas personas que no aceptan que, en el proceso de crecimiento, necesitas tener a otros con mayor conocimiento o experiencia, para que pueda aprender de ellos. Por tal razón, debes superar el sentirte intimidado o intimidada cuando hay personas que son mejores que tú, o negocios mejores que el tuyo.
8. La brecha de la expectativa: nadie dijo que sería fácil. Pensar que lo sería es uno de los errores que desmotivan a muchas personas en su proceso de emprendimiento. Es que el éxito no ocurre de la noche a la mañana. Necesitas trabajar fuertemente, con propósito e intención para que ocurra un cambio.
¿Cómo aplicar la ley de la intencionalidad en tu emprendimiento?
El primer paso para aplicar la ley de la intencionalidad en tu emprendimiento, es identificar cuáles, de las anteriores brechas, está afectando tu proceso de emprender. Luego, haz una lista con cada una de ellas y diseña una estrategia para superarlas.
El segundo paso es visualizar hasta dónde puedes llevar tu emprendimiento. Comienza a ser intencional con tu negocio y hazte la gran pregunta: ¿Qué tan lejos puede llegar o qué tan grande puede crecer tu emprendimiento? La respuesta a esta pregunta te marcará la dirección en la que debes guiar tu idea de negocio.
Por último, haz lo que tienes que hacer ahora. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Vence el temor a equivocarte y empieza ese negocio o lanza ese producto. ¡Hazlo ahora!