El año 2020 dejó un mundo inmerso en muchas incertidumbres, donde las empresas ven un futuro incierto debido a la crisis sanitaria que desencadenó, entre tantas cosas, una crisis económica, razón por la cual en la actualidad las organizaciones resilientes requieren del apoyo de sus líderes tecnológicos para impulsar su crecimiento a través de la innovación.
De acuerdo con el estudio liderazgo tecnológico global 2020, de la empresa consultora Deloitte, las empresas deben examinar cómo los líderes en tecnología pueden guiar a la organización hacia nuevas formas de pensamiento y nuevas metas que enfaticen en los cambios.
El estudio afirma que el sector empresarial necesita líderes tecnológicos dinámicos, orientados al cambio para ayudar a visualizar el futuro impulsado por la tecnología, liderando transformaciones complejas y siendo el arquitecto principal de la innovación y el cambio para la organización.
Para ello, los líderes tecnológicos deben ser: visionarios, agentes de cambio, tenaces, curiosos, creativos, ágiles, innovadores y asumir riesgos.
Es probable que una segunda ola de la COVID-19 continúe golpeando la economía y el desarrollo empresarial, requiriendo que los líderes tecnológicos diseñen cambios empresariales que permitan continuar llevando las operaciones físicas a virtuales, reactivando su recuperación, creando nuevas oportunidades de hacer negocios para prosperar a medida que la pandemia merma y que les provea de ventaja competitiva.
De acuerdo a las encuestas para la realización de este estudio, los líderes tecnológicos también están llamados a ser líderes cinéticos, orientados al cambio, visionarios, enfocados en el futuro y comprometidos con la innovación.
De igual manera, las empresas que entiendan la importancia de sus líderes cinéticos y los hagan parte fundamental de su estrategia podrán:
– Estar a la vanguardia tecnológica, adoptando y promoviendo iniciativas ágiles.
– Con la ayuda de los líderes cinéticos, se enfocarán en captar y capacitar al talento humano en habilidades técnicas y sociales que promuevan el trabajo colaborativo y el espíritu innovador.
– Mejorar los métodos de aprendizaje y las herramientas para desenvolverse en un lugar de trabajo cambiante.
– Repensar su estrategia de inversión en tecnología, como la adquisición de planes de almacenamiento en la nube, redes definidas por software, en programas de ciberseguridad y otras herramientas que aseguren la continuidad de las operaciones comerciales virtuales.
Ante la esperanza que nos trae el inicio de un nuevo ciclo, las empresas deberán seguir reinventándose y adoptar la resiliencia como elemento clave para permanecer en el mercado, todo esto de la mano de los líderes tecnológicos visionarios que tracen el camino hacia la innovación para enfrentar los nuevos desafíos e identificar las oportunidades.