– Lo que cambian no son los canales sino que están cambiando los clientes y esto es igual para todos.
Lo principal es que ahora el consumidor ya no está al final de los procesos de manera pasiva y silenciosa. Ahora, tienen la posibilidad de opinar, comentar, criticar y relacionar valores e ideas a productos y servicios. En este momento, las empresas se enfrentan a usuarios que no solamente son consumidores, sino que son actores que emiten opiniones, las cuales son tan importantes como sus compras y esto es lo que las empresas deben comprender.
– De pensar en el canal a pensar en el cliente: La adopción masiva de Redes Sociales, la irrupción de la Inteligencia Artificial (chatbots, etc.) invitan a dejar de pensar bajo una lógica de canal para hacerlo con un enfoque de cliente ofreciéndole servicios y contenido relevante, donde él usuario pasa su tiempo.
– Priorizar y no intentar estar en todas las redes El contenido es el rey, pero lo más importantes es saber qué tipo de contenido se debe crear y cómo distribuirlo, para que llegue al público objetivo. El contenido puede ser un ámbito problemática para las pequeñas y medianas empresas. A menudo comienzan con mucha energía pero luego cuesta mantener las demanda. El estar presentes en los medios sociales requiere de una interacción constante con los usuarios y crear contenido de forma regular. Es mejor priorizar y no intentar estar en todas las redes.
– Escuchando y monitorear las permanentemente. Si una empresa quiere saber de forma rápida y certera qué se opina de su marca, producto o servicio se debe conectar a las redes porque son como un sensor que te da pistas, hilos o información.
Señor Antoni Gutiérrez-Rubí
Asesor de comunicación y experto en marketing digital
Director de Ideograma