Arturo López Valerio, empresario tecnológico y director de Tabuga, comparte sus reflexiones sobre el pensamiento de sistemas para la sofisticación digital de los negocios, en esta entrega de Conferencias Impulsa Popular.
La tecnología es un eje transversal en todas las organizaciones. Debido a la pandemia de la COVID-19, las pymes trabajan en una acelerada transformación digital para poder mantenerse competitivas en el mercado.
De acuerdo con López Valerio, existen tres pensamientos sistémicos para poder aplicar la tecnología en la empresa en tres etapas:
Abordar los problemas de simplicidad: son provocados por modelos de sistemas que siguen implementándose una y otra vez por diferentes generaciones de empleados, que no los cambian o no los optimizan.
Al hacer uso de la tecnología en el flujo y automatización de los procesos en la empresa, se da la oportunidad de optimizar las tareas diarias, permitiendo que los colaboradores puedan enfocarse en las tareas importantes que contribuyen con el crecimiento del negocio.
Abordar los problemas de complejidad desorganizada: son aquellos que se encuentran en el ecosistema empresarial y representan una serie de retos a superar y que amenazan el negocio. Por ejemplo, los fenómenos atmosféricos y la misma pandemia
Estos problemas tienden a traer situaciones al negocio, por ello es importante utilizar herramientas tecnológicas que le permita trabajar de manera remota y garantizar la continuidad de la empresa.
Abordar los problemas de complejidad organizada: son elementos que se unen a la dinámica del negocio, ya sea la sociedad o el mercado, que definen una manera de trabajar, debido a los paradigmas que ya están establecidos.
Las organizaciones deben superar estos paradigmas para generar una aceleración en sus operaciones, estableciendo elementos disruptivos que permitan romper con modelos de pensamientos que no contribuyen con generar sistemas que impulsen la evolución y desarrollo del negocio.
Es aquí donde la tecnología es un elemento clave para promover la innovación en la organización. López Valerio hace énfasis en que las empresas deben adoptar la tecnología en cada uno de sus procesos, integrando a esta nueva visión a la empleomanía y proveedores.
Los problemas de simplicidad, complejidad desorganizada y organizada, deben estar dados por un hilo conductor tecnológico, que conlleva que las mipymes puedan trabajar la integración de software con proveedores de estos sistemas, como Microsoft, que permitan la automatización digital.