En la reciente entrega de Conferencias en Línea, la consultora ambiental Sherly Almonte trata sobre la importancia de que las pequeñas y medianas empresas incorporen políticas y acciones de responsabilidad ambiental.
Acontecimientos como la pandemia de la COVID-19, el polvo del Sahara, la contaminación del aire y las playas, entre otros, hacen un llamado de atención a la humanidad a reconocer que compartimos una misma casa, llamada Tierra y que todos somos responsables de cuidarla y protegerla.
Si bien es cierto que en los últimos años ha habido un despertar de la conciencia en el cuidado del medio ambiente, aún queda mucho camino por recorrer, y es ahí donde las empresas están llamadas a controlar su impacto ambiental y la forma más efectiva es mediante la implementación de un Sistema de Gestión Ambiental.
Almonte afirma que “los Sistemas de Gestión Ambiental están creados para las empresas que reconocen que sus operaciones generan un impacto negativo hacia el medio ambiente y están comprometidas a mitigar esos impactos”.
La implementación de un sistema de gestión ambiental tiene como principal ventaja el ahorro en el consumo de agua, energía y materiales gastables, así como mejorar la imagen corporativa y el cumplimiento de la legislación en temas de medio ambiente, salud y seguridad.
Para crear que las empresas creen un sistema de gestión ambiental necesitan contar con una directiva comprometida, identificar sus impactos ambientales, delegar el seguimiento del sistema a un responsable, desarrollar programas que le permitan evitar y mitigar sus impactos y por último dar seguimiento al cumplimiento de estos programas.
Para identificar los impactos ambientales es necesario analizar todas las operaciones que realiza la empresa y determinar el posible impacto en el medio ambiente como consecuencia de los residuos que se generan, el agua que se consume, los gases que se emiten a la atmosfera, el consumo de combustibles, el ruido, entre otros.
Una vez identificado las actividades y operaciones de la empresa que tienen un impacto negativo ambiental, es el momento de planificar mejores prácticas para reducirlo, de esa manera se crean programas de manejo sobre el uso y la disposición del agua, clasificación, almacenamiento y la disposición final de los residuos, la salud de los empleados y el ahorro de energía, por mencionar algunos.
Existen diferentes certificaciones ambientales en el país contamos con la Certificación Sostenibilidad 3Rs que garantiza que las organizaciones han implementado con éxito su sistema de gestión ambiental.
Ahora sólo está en los líderes empresariales en promover una gestión orientada en reducir el impacto ambiental, Almonte afirma que “aún con pequeños cambios podemos hacer una gran diferencia” por lo que este es el momento de hacer lo correcto.