Qué tener en cuenta al seleccionar un sistema de punto de venta

Qué tener en cuenta al seleccionar un sistema de punto de venta

El punto de venta, también conocido por el concepto inglés point of sale, para referirse precisamente al lugar en que una transacción de venta se lleva a cabo. Las transacciones realizadas en este punto, que va desde el procesamiento básico de tarjetas de crédito hasta las operaciones avanzadas de administración de datos y otras informaciones importantes para el desarrollo del negocio, se realizan a través del sistema de punto de venta que puede en una plataforma de gestión y control de cada acción desarrollada en el punto. Por su complejidad, pero también por su alcance se ha convertido en un aspecto de gran importancia para cualquier pequeña y mediana empresa. Hacer la selección adecuada del software del punto de venta permite que la empresa pueda responder de manera eficiente a las diferentes tareas.

Muchos empresarios pymes se concentran en dedicar tiempo, esfuerzo y recursos a la búsqueda de nuevas formas de generar más ventas, pasando por alto aquellas oportunidades relacionadas al proceso de la transacción en sí misma. Los mejores sistemas del punto de venta permiten no sólo realizar transacciones de manera eficiente (que incide en la captación de clientes a largo plazo), sino también manejar una serie de actividades relacionadas con la gestión de inventario, y el visibilizar mejor los productos.

Entonces, ¿Qué necesitamos saber al momento de definir un sistema de punto de venta? A continuación, mencionaremos algunos puntos importantes.

Necesidades de hardware. Con frecuencia al seleccionar un sistema de punto de ventas nos concentramos en el más actualizado, el más económico o el que tenga mayor cantidad de características. Pero no nos detenemos en analizar qué tipo de sistema de hardware requiere para su correcto funcionamiento. Es importante contemplar cuales son las demandas de memoria RAM, de espacio en disco, la cantidad de equipos en las que puede instalarse e incluso si requiere accesorios adicionales para la implementación de cierto tipo de funciones.  Esto nos permitirá decidir mejor si se ajusta a nuestras necesidades, o si deberíamos considerar actualizar los ordenadores con los que contamos en el punto de venta.

Gestión de inventario. Tal y como mencionábamos anteriormente, el correcto manejo del inventario nos permite mantener los estantes llenos, tener un mayor conocimiento de las informaciones relevantes sobre la disponibilidad de un producto, para poder responder mejor a las demandas del mismo por parte de los consumidores y clientes potenciales.

Gestión de clientes. La gestión de clientes es importante porque en un punto de venta no sólo se trabaja con productos, sino también con clientes. El mantener un ojo en la actividad del cliente, permite darle seguimiento a su consumo, inquietudes y proceso de fidelización. Algunos sistemas de puntos de venta minoristas permiten la administración de programas de lealtad, de puntuaciones por las compras, de manejo de contactos, entre otros. Dependiendo de la categoría de productos y de los datos se suministren, pueden arrojar predicciones u ofrecer información relevante sobre los comportamientos específicos de los clientes.

Junto con las compras se abre la posibilidad de la realización de devoluciones y cambios. Se trata de una parte con la que debe lidiarse en los puntos de venta, y es una característica importante a evaluar también en el sistema a seleccionar. El hecho de ser capaz de identificar rápidamente la compra realizada, registrar la información del cliente, realizar notas de crédito, registrar las características o razón del producto devuelto, son aspectos importantes que pueden servir como orientación adicional en futuras ventas y en el control del inventario.

El visualizar de manera detallada pero esquemática las tareas y procesos que necesitamos desarrollar en el punto de venta, nos permitirá realizar una búsqueda y adquisición eficiente de este tipo de sistema. Es importante pensar tanto en el presente como en el futuro. Partiendo de cómo es nuestro negocio hoy, cómo queremos que sea y qué procesos deben eficientizarse para poder responder a una mayor cantidad de necesidades y demandas.

También quiere pensar en qué tipo de negocio es hoy y en qué quiere convertirse mañana. Los minoristas deben centrarse en los sistemas de punto de venta diseñados para ese tipo de negocio, no en un punto de venta diseñado para un proveedor.