La existencia de un espacio entre la labor empresarial y el bienestar del medio ambiente ha sido una preocupación constante de las últimas décadas. Numerosas iniciativas se han desarrollado como una respuesta ante esta problemática, entre las que se puede mencionar el concepto de eco-eficiencia.
Eco-eficiencia puede definirse como una estrategia gerencial que se presenta como un valor agregado por parte de la empresa e implica que los procesos de producción se desarrollen de manera respetuosa para con el medio ambiente a través de la reducción de las emisiones de productos nocivos y la contaminación pero también aplica a ciertos aspectos como los procesos de comercialización compra-venta, distribución, consumo, entre otros.
La estrategia se sustenta en el uso de tecnologías y métodos de producción que conlleven menos recursos naturales y energéticos, así como también que generen menos residuos. Esta búsqueda de mayor eficiencia del proceso no solo da respuesta a las preocupaciones medioambientales sino también que permite alcanzar dentro de la empresa una mayor eficiencia industrial y desarrollo económico.
El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, (WBCSD por sus siglas en inglés), una alianza de más de 200 empresas comprometidas con el crecimiento del PIB y del desarrollo sostenible, y cuyos orígenes se remontan al foro “Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible” cuyos resultados fueron desglosados en la publicación “Changing Course” del 1992 y que es la primera en proponer el concepto de eco-eficiencia.
Cabe resaltar que el concepto de eco-eficiencia se diferencia del concepto de sostenibilidad en que no mide los aspectos sociales sino que se centra en las variables de recursos y mejora del impacto medioambiental de los procesos.
Un proceso de producción eco-eficiente es un proceso de producción más limpio. Un proceso desarrollado desde un enfoque integrador y proactivo que se mantiene en la búsqueda constante de formas para reducir el impacto ambiental desde el diseño de productos, el consumo de materias primas, los procesos más limpios de producción, limitando o eliminando el uso de químicos, minimizando residuos, aguas residuales y generación de emisiones. Entre las principales variables que debe tener en cuenta una gestión eco-eficiente dentro de las empresas se encuentran:
– Producir bienes y servicios con menos materiales y menor consumo de energía.
– Minimizar el uso de materiales tóxicos.
– Mejorar la capacidad de hacer los bienes reciclables.
– Búsqueda constante de utilizar recursos renovables.
– Fabricación de bienes que duran más.
– Mayor intensidad de servicio de productos y servicios.
En el reporte del módulo de aprendizaje sobre eco-eficiencia desarrollado por la WBCSD y Five Wind International comentan algunos aspectos importantes del concepto en la práctica empresarial. Inician resaltando que debe estimular la creatividad y la innovación, la búsqueda de nuevas formas de hacer las cosas. La eco-eficiencia según comentan tampoco se limita a áreas como la fabricación y la gestión en planta si no que es válido para actividades anteriores y posteriores, incluyendo las cadenas de suministro y el valor del producto. La eco-eficiencia consiste en un reto para los ingenieros desarrolladores, compradores, gerentes de cartera de productos, especialistas en marketing, finanzas y control.
De hecho, la eco-eficiencia puede ser utilizada dentro de las empresas como un aspecto parte de la cultura integral, la misión y las políticas a desarrollar. La eco-eficiencia da paso al planteamiento de objetivos y se ha convertido en una herramienta útil que abre oportunidades en ciclos de productos completos.
Ecodiseño: acciones orientadas a la mejora ambiental
Diseño ecológico o ecodiseño se trata de un concepto de producción que tiene en cuenta el impacto ambiental de los materiales, los recursos, el ciclo completo de producción y el fin de la vida útil del producto.
Antes, el modelo de producción imperante era aquel que lograse el menor costo económico, sin embargo surgió el diseño ecológico en repuesta a las exigencias de una mayor preservación del medioambiente.
Un artículo publicado por la Universidad de Illinois indica pautas generales sobre el diseño sostenible, a continuación la listamos:
- Utilizar materiales no tóxicos, producidos de forma sostenible o reciclados, que tengan un impacto ambiental menor que los materiales tradicionales.
- Utilizar procesos de fabricación y produzca productos que sean más eficientes energéticamente que los procesos tradicionales y los productos finales.
- Construir productos más duraderos y que funcionen mejor, los cuales tendrán que ser reemplazados con menos frecuencia, lo que reduce el impacto de producir reemplazos.
- Diseñar productos para su reutilización y reciclaje. Hágalos fáciles de desmontar para que las piezas se puedan reutilizar para hacer nuevos productos.
- Consultar los estándares y guías de diseño sostenible.
- Considerar el ciclo de vida del producto, utilizando herramientas de análisis de ciclo de vida para ayudar a diseñar productos más sostenibles.
- Cambiar el modo de consumo de propiedad personal de los productos a la prestación de servicios que proporcionan funciones similares.
- Los materiales deben provenir de fuentes renovables cercanas y administradas de manera sostenible que puedan comportarse cuando se agote su utilidad.
Si bien los proyectos en los que se puede aplicar el ecodiseño con un mayor impacto son propuestas a gran escala, los principios pueden ser aplicados en proyectos de menor magnitud haciendo énfasis en maximizar el uso de materiales sostenibles, utilizar menor cantidad de energía, y repensar los ciclos de vida de los objetos.
Analiza los diferentes procesos dentro de tu empresa con miras a replantearlos dentro del marco del ecodiseño y sé parte de la diferencia.