El neuromarketing es una disciplina que combina la utilización de técnicas de las neurociencias aplicadas al ámbito del marketing.
Permite a gerentes de marcas enfocar sus esfuerzos para generar mayor emoción e impulso de los consumidores hacia sus productos, servicios y campañas de publicidad.
¿Cuándo puedes aplicar la neurociencia?
Considera a un gerente de marca que quiere cambiar su logo. Para esto es esencial que conozca su target y entienda como se posiciona su logo en la mente del consumidor.
Surgen otras interrogantes: ¿Qué tanto debería cambiar?, ¿Debería renovarse parcialmente o de manera paulatina?, ¿Qué reacción generaría en los consumidores?
Las herramientas de neurociencia involucran a la tecnología para llegar a conocer las reacciones, de las que no está consciente ni el propio cliente.
Paul Ekman, uno de los psicólogos más destacados del siglo XX, estudió por muchos años las razones emocionales que hay detrás de las expresiones faciales, codificando los movimientos involuntarios del rostro con las emociones generadas por un estímulo.
Con la aparición de la tecnología surgen softwares que permiten reconocer los rostros y entender los movimientos faciales para determinar que emociones se generan al ver una marca, un logo, una publicidad, o cualquier estímulo de marketing, permitiendo entender a profundidad la respuesta del consumidor a una estrategia de mercadeo.
Estas herramientas se complementan con otros tipos de investigaciones, como sesiones de grupo o conversatorio del usuario, donde se entienden y racionalizan los por qué detrás de estas reacciones.
El cliente más que un comprador, es más bien un generador de ideas, pensamientos y emociones. Por lo que estos factores influyen en su relación con las marcas.
En conclusión, entender esto en todas sus dimensiones le permitirá desarrollar estrategias de mercadeo más precisas.