Los procesos de ventas y mercadeo de tus productos y servicios deben de estar orientados a tus clientes, sin embargo, muchas veces se deja en el olvido a los principales encargados de llevar adelante dichos procesos de fabricación, prestación de servicios o distribución ellos son tus empleados o clientes internos.
Varias corrientes del pensamiento empresarial consideran que el principal cliente deben ser los empleados porque ellos son los principales encargados de posicionar la marca, los productos y servicios.
Un empleado insatisfecho es sinónimo de mal humor, mediocridad y mal servicio al cliente, acciones todas que al final solo perjudicarán a ti y a tu empresa. Es por esto que debes mantenerlos contentos al punto que desarrollen un sentido de pertenencia con la empresa. Ten presente que no todos los ambientes son iguales, ni todas las personas, por lo que debes desarrollar estrategias de acuerdo a cada situación.
Para satisfacer a tus clientes internos es conveniente hacer mercadeo dentro de tu empresa. Pero, ¿cómo? Fácil. Debes proporcionar a tus empleados la suficiente información para que entiendan qué es lo que se quiere transmitir. . De esta manera se sentirán integrados en las acciones de la compañía y así podrán percibir su aporte al desarrollo de las mismas.
Es importante que tus clientes internos estén bien formados y capacitados para que no se sientan inseguros ante los posibles cambios y en el desempeño de sus tareas. Cuando hagas esto, permite que perciban este proceso como una oportunidad de crecimiento personal y como una inversión.
También es importante que les facilites a tus clientes internos las herramientas necesarias para que puedan realizar su trabajo de manera satisfactoria, dígase teléfonos, computadoras, internet, aire acondicionado, celulares, portátiles, baños aseados, etc. Además, los empleados deben conocer la organización jerárquica de la empresa. Esto le da propiedad a la hora de suministrar o requerir información y saber a quién dirigirse ante cualquier situación.
Otra forma de satisfacer a tus clientes internos es creando una política de motivación. A los empleados les gusta que valoren su esfuerzo y que los reconozcan. En este sentido, recuerda que no solo se motiva con dinero.
En fin, convierte a tus empleados en tus clientes internos para que ellos se sientan identificados con la empresa y den lo mejor de sí a los clientes externos.
