Las razones verdaderas del porqué tu plan de marketing no funciona

Las razones verdaderas del porqué tu plan de marketing no funciona

Cuando se habla del público objetivo de una empresa, por lo general suele pensarse en individuos con edades de entre 13 a 25 años que disfrutan de los videojuegos y tienen un celular; consumidores activos de 25 a 45 años que les gustan las excursiones al Pico Duarte y viajar por toda la isla.

Todas estas descripciones siguen el formato tradicional que se enseña en las clases de marketing en todo el mundo. Por desgracia, casi todas carecen de valor, ya que proporcionan informaciones irrelevantes en la toma de decisiones estratégicas.

Cada año innumerables ejecutivos y directores de marketing obedientemente redactan planes con este tipo de descripciones vacías, y  cada año, estas mismas empresas desperdician tiempo, dinero y esfuerzos tratando de averiguar porqué no están haciendo “clic” con sus clientes.

Evita las estadísticas

Tus clientes no son la demografía, rangos de edades, títulos de trabajo o soportes de sueldos. Son seres humanos. Sonaría ridículo, pero las empresas ya no están en la capacidad de recordar estos datos en particular.

Como resultado, estos negocios siguen batallando hacia afuera con aburridos mensajes a sus audiencias. “Ultrapixel” es una de las frases aéreas diseñadas para un estilo de vida activo, que aportan poco valor. Mientras, todos sus clientes voltean sus ojos hacia arriba cuando lo ven, porque no saben de estas tonterías de marketing y rápidamente miran otros de la competencia.

Sé real con tus clientes

Si deseas conectarte con tus clientes tienes que dejar de presionar con actividades súper clásicas, las más utilizadas para llamar el interés de un grupo de banqueros y poder seguir invirtiendo. Son aspectos “cliché” de marketing en ellos, y se centran en la comprensión de lo que realmente son, lo que realmente piensan, y lo que es realmente importante para ellos.

Haz que tu empresa “se mueva” por dentro

Es bueno que entiendas mejor lo que está pasando en la mente de tu potencial audiencia. Hay varios pasos que puedes dar dentro de tu organización para asegurarte de que esta información no quede sólo como residuo de polvo en la bandeja de entrada de trabajo de cualquiera de tus colaboradores, sino que se convierta en un proceso creativo diario para que tu empresa rinda más y mejor.

Por ejemplo, puedes crear un “cliente persona” (un perfil ficticio de un cliente típico) con un nombre y un rostro para que te personalmente te conectes con tu público objetivo de forma más directa. En las reuniones, entonces, ya no habría que tratar de mantener un perfil de cliente en la cabeza, sino simplemente, puedes preguntar ¿Qué pensará  Sarah (nombre de cliente personal) de esto? Este simple cambio puede dar lugar a diferencias significativas en la forma en que una empresa considera a sus clientes en los procesos de toma de decisiones. Ahora, lo dejamos con una última inquietud: ¿Quiénes son realmente tus clientes?