Un portavoz corporativo es el rostro y la voz de una en su interacción con los medios de comunicación, la promoción de acciones y productos, y en momentos de crisis.
Un director puede ser el portavoz de su empresa, siempre que tenga el desenvolvimiento y el carisma requerido para hablar ante un público. En caso de no poseer estas habilidades, puede capacitarse para ello tomando cursos de oratoria, dicción, entonación o fluidez.
También esta función la puede ejercer un profesional del área de la comunicación. De acuerdo a Waltemir de Melo, director de CWM Comunicación, las características que debe poseer son las siguientes.
1. Estar bien informado. Un buen portavoz debe tener habilidad para absorber rápidamente una información y reproducirla con seguridad y propiedad. Debe estar siempre bien informado y preparado, ya que es la personificación de la cultura de la empresa.
2. Mostrar empatía y simpatía. Debe también saber escuchar y expresar atención, simpatía y paciencia en los momentos adversos. El portavoz tiene que tener la capacidad y sensibilidad de identificar el estado emocional de su interlocutor y conectarse positivamente con él. Un portavoz frío e impersonal tendrá pocas oportunidades de concertar la confianza o el apoyo de su público.
3. Confiar en el equipo comunicacional. Un buen portavoz debe también aceptar ser conducido o dirigido por el equipo comunicacional de la empresa. No debe presentar resistencia a sugerencias o instrucciones.
4. Debe estar siempre disponible. El portavoz tiene que estar siempre accesible, en todo horario, incluyendo fines de semana o vacaciones. Tiene que ser fácilmente localizable en momentos de crisis o en oportunidades en que la empresa puede mejorar su presencia e imagen pública.
