Utilizar los servicios de influenciadores se ha convertido en una estrategia eficiente para llegar a una audiencia mucho mayor, pero también para fidelizar la marca. Los especialistas apuestan hoy en día por estas figuras públicas o con influencia en ciertos nichos y segmentos de mercado, por lo que resulta interesante analizar algunos aspectos legales al momento de contratarlos.
El artículo 5 del Código de Trabajo, explica que no se rigen por este código aquellos profesionales liberales salvo a disposición expresa, que ejerzan sus labores de manera independiente. En ese caso se contempla que “… el contrato de prestación de servicios es de carácter civil y no laboral, por lo tanto no está sujeto a la legislación de trabajo y no es considerado un contrato con vínculo laboral al no haber relación directa entre empleador y trabajador…”
Puede entenderse entonces que por las características de la contratación de los servicios de los influenciadores se trata de un acuerdo independiente y no subordinadas a la empresa. A través de un contrato civil, se definen los objetivos del intercambio, las acciones a realizar y el plazo determinado en que sucederá, sin necesidad de periodo de prueba y sin generar para el contratante, es decir la empresa, la obligación de pagar prestaciones sociales.
Otro aspecto a considerar es que las acciones son realizadas fuera de las instalaciones del contratante, por lo que implica la autonomía del influenciador contratado a nivel administrativo, financiero y técnico. Queda exento de los beneficios como un empleado de la empresa, y queda exenta la empresa de suministrar los equipos técnicos para la realización del trabajo a menos que se paute lo contrario.
En este sentido, resulta de gran importancia que se consideren estas características al momento de plantear los honorarios, definiendo los compromisos de cada parte, y siendo justos en la relación entre las variables: tareas, precio, duración, costos de realización, etc., pero también teniendo en cuenta cuáles condiciones pondrían en riesgo la exitosa culminación del contrato.
Es de suma importancia definir las condiciones en que se realizará el trabajo, la denominación de las actividades a realizar, si el contratante proveerá recursos o no, si se proveerán productos o equipos de la marca a promover en cantidad y tiempo, e incluso el tono en que se comunicarán o no las publicaciones relacionadas a la marca.
Será imperativo que el encargado de comunicaciones de su empresa esté presente en el momento de la redacción y firma del contrato, aclarando las veces que sea necesario los objetivos de la estrategia a implementar con el influenciador que prestará sus servicios y explicar de manera detallada con cuáles aspectos de su trabajo en las redes quiere vincularse la marca y con cuáles no para evitar confusiones debido a la omisión.
La tarea de un influenciador es darle movilidad y ampliar la difusión de su producto-servicio, de la idea de venta y de la marca en sí misma, por lo que es importante definir los puntos en que ambas partes salgan beneficiadas de manera mutua.
