Si pintas, coses, tejes, trabajas con barro, haces repostería o cualquier otra actividad vinculada a la expresión del arte manual, y te ha surgido la iniciativa de abrir tu propia empresa de artesanías, te informamos que no tienes que establecerte en un local grande ni lujoso para empezar a operar, lo único que necesitas es tener un plan para establecerte y lograrás el éxito.
En primer lugar, enfócate en un área. Es posible que seas talentoso para muchas cosas, pero especializarte te permitirá trabajar con mayor calidad y sobre todo que la promoción sea más sencilla.
En segundo lugar, haz un inventario donde incluyas todas las variaciones de tus productos, el cuál te permitirá calcular el tiempo y los costos de fabricación de cada pieza que trabajes.
Te recomendamos que determines los precios de tus productos en base a los costos de los materiales y al tiempo que inviertes para elaborarlos. Además, de la demanda de la artesanía y la competencia.
En el caso de las compras de los materiales, lo ideal es que adquieras las materias primas a los proveedores mayoristas para que obtengas descuentos. Recuerda que a mayor volumen menores costos.
También es importante que elabores un plan de negocio de tu empresa, donde detalles qué es tu empresa, hacia dónde quiere ir y cuáles son tus objetivos. Incluye en este informe la producción, las ventas, el almacenamiento, la distribución y la publicidad.
Puedes comercializar tus productos a través de ferias de artes y artesanías. Pero, además, puedes utilizar los medios virtuales como un sitio web, redes sociales, catálogos o subastas por internet. Otra opción sería en tiendas de regalos o en reuniones familiares.
Otra variable importante es que elabores productos de calidad y con un sello que identifique tu marca. En estos tipos de trabajo el cliente por lo general busca los pequeños detalles.
No olvides evaluar constantemente tu plan de negocio para comprobar que está funcionando y que no para, en ese caso, aplicar posibles mejoras.