El vendedor se encarga de todos los gastos hasta que la mercancía llega al puerto de destino. Los gastos incluyen: el despacho de exportación, los gastos de origen, el flete y los gastos de descarga. El comprador asume los trámites de importación y el transporte interior hasta el destino. Debe tener en cuenta los riesgos desde que la mercancía está a bordo.
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