El ser humano muchas veces hereda una serie de creencias de familiares y amigos a las que considera reales sin cuestionarlas. Sin embargo, muchas de ellas son mitos y leyendas urbanas que se transmiten de generación en generación. Deshacerte de ellas puede ser la solución para lograr tu éxito.
Evita estas seis creencias fatales que pueden perjudicar tu negocio.
- El dinero no es importante. Si algo no es importante para ti, de seguro no formará parte de tu vida. Es común ver cómo algunas empresas quiebran o han estado en situaciones financieras precarias por no darle el debido lugar y respeto a este activo. En los negocios, el dinero te permite mantenerte y crecer, alcanzar tus sueños y sobre todo generar bienestar para ti, para tus colaboradores y para sus familias.
- Para que un empresario gane alguien tiene que perder. Este pensamiento no es real. Cada producto y servicio tiene su público. Si haces tu trabajo con amor y transparencia, de seguro que harás tu propia clientela sin necesidad de hacerle daño a otro.
- Al ojo del amo engorda el caballo. Si bien es cierto que tienes que estar pendiente de tu negocio, hoy en día puedes controlar lo que sucede en tu empresa sin necesidad de estar presente apoyándote en el avance de la tecnología y en la automatización de los procesos.
- Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo. Lamentablemente el que piensa así nunca deja de ser un empleado y jamás se convertirá en un empresario. Los empresarios con visión no se preocupan por realizar el trabajo ellos, sino más bien por crear un sistema fiable que permita entregar el producto con ciertos estándares de calidad, diseñando una estrategia general y trabajando en la comercialización y la distribución del producto.
- Que el negocio no funcione no es mi culpa. De ti depende tu éxito o fracaso: todo lo que ocurre en tu vida está en tus manos y en las de nadie más. Por ejemplo, eres tú quien decides qué productos vender, a qué precio los venderás, en qué plazas, a qué mercado te dirigirás, con quién te asociarás, a quién contratarás y cuánto les pagarás.
- Crecer el negocio es difícil y me traerá problemas. Es cierto que una empresa más grande te traerá consigo nuevos desafíos, pero también te traerá mayores satisfacciones y beneficios. Sal de la zona de confort y vuelve a tu empresa más competitiva: los negocios crecen o se estancan y fallecen. La solución a esta interrogante es tener visión, contar con un personal adecuado y definir las principales obligaciones que debe poseer cada nivel jerárquico en la empresa.