La acelerada transformación digital que atraviesan las pequeñas y medianas empresas requiere de una fuerza laboral capacitada en nuevas habilidades, que le permitan migrar del trabajo análogo al digital con éxito.
La empresa consultora Deloitte, en su artículo “Industria 4.0: Pasos para activar su nueva fuerza laboral”, expone la situación de las empresas para alcanzar el grado de preparación de su fuerza laboral para enfrentar los cambios que trae consigo la transformación digital, ya que para el 2018 el 60% de las empresas no contaban con planes estructurados para desarrollar las habilidades necesarias para la industria 4.0.
Por esta razón, Deloitte propone “imaginar, componer y activar de manera optimizada la nueva fuerza laboral y el nuevo mundo del trabajo”, siguiendo 4 componentes para iniciar y obtener un personal de trabajo con herramientas y habilidades acorde a la naturaleza de sus funciones y a la nueva forma de trabajar.
Naturaleza del trabajo
El primer componente consiste en analizar ¿qué se hace? Para ello es necesario realizar un mapeo de las actividades de los empleados, identificando cambios en el modo de trabajo y las habilidades requeridas.
Cuando se realiza esta acción de mapeo en la empresa se obtiene una idea general de la brecha digital que posee y se identifican las oportunidades de mejora.
Caracterización de la fuerza laboral
El segundo componente es identificar ¿quién lo debe realizar? Al finalizar el mapeo de las actividades es vital determinar que parte de esas tareas debe realizarla un empleado de tiempo completo en planta física, un empleado remoto o un chatbot.
Lugar de trabajo
El tercer componente implica analizar ¿dónde se hace? Estudios demuestran que las personas son más productivas cuando trabajan en entornos de trabajos saludables y flexibles, independientemente de si es en una estructura física o virtual.
Aprendizaje
Estamos siendo testigos de la transición hacia un futuro automatizado y colaborativo, por lo que es imprescindible cerrar la brecha y preparar al capital humano con nuevas habilidades que le permitan asumir tareas más complejas.
Es por esta razón que las organizaciones ameritan incluir en su estrategia de gestión proyectos para optimizar la fuerza laboral y prepararlos para la cuarta revolución industrial.