Sin importar el tamaño de tu empresa, las responsabilidades de tus colaboradores deben ser claras y precisas. Si en una institución nadie sabe lo que le toca hacer o todos realizan el mismo trabajo, definitivamente va por muy mal camino.
Es muy común ver como los empleados confunden los términos responsabilidades y tareas. Si bien cierto que se complementan, son diferentes. Mira en qué consiste cada una y la importancia de tenerlas definidas.
Por un lado, las responsabilidades son los compromisos y obligaciones a los cuales cada empleado debe dar respuesta de acuerdo a la función que ocupa. Esto involucra toma de decisiones, generar las acciones necesarias para que los resultados se originen en el tiempo y la forma esperados.
De acuerdo a la Real Academia Española, las responsabilidades son el “cumplimiento de las obligaciones o cuidados al hacer o decidir algo”. No se trata de las actividades a realizar, sino de la finalidad, objetivo o “para qué” de dichas actividades.
En contraposición, las tareas son las actividades que se ejecutan para cumplir con las responsabilidades de manera continua. Básicamente las tareas responden al cómo y las responsabilidades al para qué y al cuándo.
Por ejemplo, la responsabilidad de un vendedor es generar ventas de un producto X de acuerdo al presupuesto. Sus tareas serían aumentar el volumen de ventas, presentar cotizaciones, cerrar ventas, dar seguimiento a los clientes, entre otros.
Ya que tienes claro qué son las responsabilidades y qué son las tareas, es tiempo para que las definas en tu PYME, si aún no lo has hecho.