Los motivos para reestructurar una empresa pueden ser variados, ya sea por una crisis financiera, disminución en las ventas o la incorporación de nueva tecnología. Este es un proceso delicado en el cual el éxito dependerá de la capacidad de adaptación de los que conforman la compañía.
Este cambio organizacional es un proceso que implica una transformación administrativa, operativa y de cultura. Las acciones en las diferentes fases de la reestructuración dependerán de las causas y requieren un tiempo para lograr ver los resultados del cambio.
El proceso de reestructuración está compuesto por 3 fases:
- Emergencia
- Estabilización
- De vuelta al crecimiento
Dentro de estas tres fases se pueden destacar pasos esenciales para realizar con éxito la reestructuración empresarial:
Realiza un diagnóstico
Lo primero es identificar cuál es la o las situaciones que originaron la crisis, que pueden ser legales, sociales, financieras o de gestión, siendo estas dos últimas las más comunes.
Con el diagnóstico se busca estudiar la causa, determinar la magnitud del problema, visualizar las pérdidas, identificar el nivel de supervivencia del negocio y evitar que la empresa colapse.
Elabora un plan
Luego de tener un diagnóstico de la situación es necesario tomar las medidas necesarias para las diferentes áreas de la empresa y sus principales actores, como los empleados, socios, proveedores, clientes e inversionistas.
Se recomienda que la elaboración del plan se realice basada en técnicas de segmentación del negocio donde se pueda visualizar qué se puede mantener, qué desinvertir y qué resultados esperar.
Por otro lado, es importante que se identifiquen los recursos financieros y humanos con que se cuenta para la elaboración de la estrategia de reestructuración y la posición de la empresa en el mercado. De esta manera se centrará el enfoque en los elementos que apoyen al proceso.
Una de las acciones que no debe faltar en el diseño de la estrategia es controlar el flujo de caja y, si es necesario, desinvertir para reforzar el aspecto financiero y reducir costos.
Comunica y prepara
La comunicación en este proceso es fundamental, no solo para enterar al personal sobre la situación y lo que va acontecer, sino también para empatizar con los diferentes actores de la empresa.
Durante el proceso de reestructuración se generan escenarios de dudas, incertidumbres donde la imagen corporativa puede verse afectada, y el éxito de comunicar de manera asertiva, con sinceridad y transparencia, atenúa toda la situación, pudiendo lograr un impacto positivo en la empresa.
Dentro de la estrategia de comunicación se debe determinar los canales tradicionales y digitales a utilizar, seleccionar la información que es necesaria transmitir a los grupos de interés, y anunciar la decisión que se tomó conjuntamente con la acciones a implementarse para la reestructuración empresarial.
Ejecución
En la ejecución del plan de reestructuración es necesario elegir al equipo de gestión idóneo para liderar este proceso con firmeza, con la capacidad de motivar el cambio organizacional, incentivar el compromiso en los empleados y manejar la presión de que esta tarea implica.
Evaluar
Es importante contar con indicadores para medir los resultados del plan de reestructuración, que luego permita visualizar las oportunidades de mejorar e implementar los correctivos necesarios que aseguren el crecimiento y la continuidad de la empresa.