Muchas pequeñas y medianas empresas escuchan que las grandes corporaciones están certificadas bajo los últimos estándares de calidad de su sector. Sin embargo, desconocen la función de la Organización Internacional de la Normalización (ISO por sus siglas en inglés).
Esta es una entidad internacional que se encarga de desarrollar normativas para que las empresas que se acogen a su sistema tengan productos más calificados, competitivos y de alta calidad.
Las normas ISO son reglas voluntarias para las empresas, pero que cada vez más, los negocios se acogen a sus sistemas y las convierten en parte de su estrategia de actuación empresarial, pues cumplir con ellas, no solo proporciona mayor rentabilidad, sino que también aporta valor agregado a las marcas, más confianza, reputación y posicionamiento.
La imagen que brindan estas certificaciones al mercado es cada vez más valorada, debido a que da fe de las buenas prácticas que desarrolla una compañía para la elaboración de los productos o servicios.
Son diversas las áreas en las que las empresas se pueden certificar. Las grandes corporaciones buscan certificarse en la mayoría posible; no obstante, como pyme es importante que las conozcas y que si decides utilizarlas, escojas las que sean más prioritarias para el tipo de actividad empresarial que desarrollas.
Cuando un negocio decide aplicar los últimos estándares internacionales a sus procesos, envía el mensaje de que posee una vocación de mejora continua y permanente. Para que esta organización te certifique, previamente te realizan una auditoría, la cual sirve para visibilizar la realidad actual de la compañía. De encontrarse fallas, podrías empezar trabajar para perfeccionarlas.
Existen certificaciones ISO en calidad, seguridad, salud, medioambiente, responsabilidad social, gestión de riesgo, seguridad alimentaria, gestión forestal, formación y auditoría e inspección.
En conjunto existen unas 19 mil normas para aplicar en los diferentes procesos y áreas de trabajo. A continuación te presentamos algunas de las más empleadas actualmente a nivel global:
ISO 9000 e ISO 9001: ambas reglas son de la misma familia. La función de la primera es crear un lenguaje para desarrollar un sistema de gestión de calidad. La segunda proporciona, además, el marco conceptual de los requisitos que debe cumplir una entidad para ofrecer a los clientes bajo los estándares internacionales.
ISO 19011: sirve para auditar tanto la calidad de los procedimientos como los proyectos con enfoques medioambientales.
ISO 14000, ISO 14001 e ISO 14004: estas certificaciones de la misma familia, unas más actualizadas que otras, aseguran que la empresa garantiza el cuidado medioambiental en todo el desarrollo de su actividad productiva.
ISO 22000: esta es una regla muy utilizada en restaurantes e industrias procesadoras de alimentos porque desarrolla un sistema de gestión de seguridad e inocuidad alimentaria, de manera que asegura a las empresas que sirven alimentos el derecho de una alimentación saludable como parte de su identidad laboral.
ISO 26000: establece parámetros para la responsabilidad social de la compañía.