El auge del emprendimiento ha permitido el desarrollo de novedosas metodologías que enriquecen y hacen más eficientes el proceso de desarrollar una idea de negocio. Un momento importante en el acercamiento por parte de los emprendedores a este camino es el de lean startup.
La estrategia propone que se explore, desarrollen hipótesis y se prueben estos planteamientos entre posibles consumidores para recolectar retroalimentación de manera intencional. Es sobretodo aplicable para empresas y categorías de productos mucho tiempo antes de ser lanzados al mercado. Se sustenta en la idea de desarrollar aquellas ideas que los consumidores o consumidores potenciales ya han demostrado que les gusta, que les produce algún deseo, de modo que ya existe un mercado para el mismo, traduciéndose en ahorros considerables de tiempo e inversión.
Aunque fue una estrategia desarrollada para aplicar en nuevas empresas no se limita a ellas. Lean Startup es un método perfectamente aplicable a empresas establecidas que buscan lanzar una gama, establecimiento o producto nuevo. A partir de ello, pueden entonces las empresas determinar en qué medida impactará esta propuesta al mercado que se le dirige, si existe un mercado que no sabías que podrían consumirlo o que tipo de aspectos deben mejorarse antes de su total introducción al mercado.
Ahora bien, ¿Cómo se implementa? Existen una serie de pasos que pueden variar o ser más específicos de acuerdo al contexto, pudiendo señalarse como esenciales los siguientes:
1. Identifica un problema que necesita ser resuelto.
Antes de crear una empresa, desarrollar un producto o cambiar de estrategia, debemos partir de un problema no resuelto que contextualice nuestra propuesta, asegurándonos que ya existe un segmento para la propuesta que estamos desarrollando. En este punto resulta de suma importancia aplicar estrategias de investigación que nos permitan recolectar información suficiente sobre las características del sector al que nos dirigimos, sus necesidades particulares, dificultades, limitaciones o retos de las propuestas anteriores, sean de nuestra empresa o no, para responder a las necesidades y otros valores de contexto que nos dé un alcance mucho más efectivo.
2. Desarrolla una cantidad mínima o la menor cantidad del producto que pueda ser viable (Minimum Viable Product – MVP).
Uno de los aspectos que caracterizan esta metodología es el desarrollo de prototipos en una cantidad que permita probarse de manera efectiva, pero de un costo menor al que tendríamos que invertir de lanzar el producto de manera formal. Este ejercicio que se denomina desarrollo de pivote, implica el desarrollo de productos que permitan la prueba de los mismos, que permitan su redefinición o ajustes en el mercado, sin tener que incurrir en gastos mayores.
3. Experimenta y evalúa.
Una parte fundamental del Lean Startup son los procesos de experimentación y evaluación a partir del MVP. La idea inicial de toda la estrategia es acercarnos al mercado para recolectar información pertinente que nos ayude a llegar mejor a nuestro segmento de público o mejorar características de nuestro producto o servicio.
Es por ello que debemos considerar que es un proceso de experimentación y perfeccionamiento de nuestra promesa de venta. A partir de la información que recolectemos, se realizan ajustes iterativos, que nos acerquen a un lanzamiento exitoso.
Vale resaltar que además de los puntos anteriores, un aspecto a tener en cuenta es la contratación de colaboradores que aporten de manera constante a este ejercicio. Deben ser capaces de, así como las propuestas, aprender, adaptarse y trabajar de manera rápida y eficiente, trascendiendo la posible experiencia y la habilidad. De este modo, se preocuparán por alcanzar las ideas cambiantes de los consumidores y entenderán mejor el movimiento de las tendencias.