Ponerle precio a tu producto o servicio no es una tarea tan sencilla. Por un lado, te enfrentas a evaluar lo que cuesta en sí, tus gastos adicionales, lo que crees que debes cobrar, más el valor que le asignan tus competidores. Por otro, encaras la diversidad de clientes. Probablemente algunos aceptarán sin refunfuñar el precio que establezcas, pero con muchos otros tendrás que negociar.
La idea es cobrar lo justo por tu producto o servicio. Algunos expertos en mercadotecnia proponen determinar el precio tras una evaluación de los beneficios del producto; o bien tras observar su impacto en el mercado en caso de que se trate de una innovación.
Otra práctica es analizar productos que puedan remplazar el tuyo y mirar lo que hace la competencia. Sin embargo, cuando se fija un precio a partir del competidor es importante estar consciente de que aunque brinden el mismo producto es probable que existan diferencias que denominamos valor agregado. En efecto, no es únicamente lo que vendes, sino cómo lo vendes, en qué escenario, cuáles otros atributos le agregas… Todo esto cuenta al momento de determinar cuánto cobrarás.
También, debes estar atento a que el precio es variable y que se ajustará a las condiciones de mercado y a otras tan internas como el valor que puedas agregarle.
Impulsa Popular te propone, además, que tomes en cuenta los siguientes elementos:
- Estudia tus finanzas internas. ¿Cuánto te cuesta el producto? Agrega los costos ya sean fijos, como los insumos, la nómina o demás variables.
- Que tus salarios no sean superiores a lo que consigues con tu mercancía. Debe existir una consonancia para que puedas equilibrarte sin tener pérdidas.
- Observa los productos sustitutos en tu área para que te sirvan como puntos de comparación.
Otras opciones van determinadas por la capacidad que tiene tu negocio de llegarle a los clientes, ¿qué cantidad de personas puedo recibir? o bien ¿a cuántas personas soy capaz de satisfacer? ¿Tengo el personal suficiente para llegar a ese número de clientes satisfechos que deseo?
También puedes probar con precios dependiendo el tipo de cliente que recibas. Para esto, se requiere una muy buena estrategia, además de destrezas para vender.