Ninguna empresa, por más grande que sea, está exenta de un desastre natural, de enfrentarse a cambios en las leyes tributarias, de remplazar la tecnología para ir acorde con los tiempos, entre otras.
Sin embargo, una empresa que cuenta con una planeación bien estructurada está en mejores condiciones para enfrentar futuras situaciones.
Para planear tu accionar ante situaciones imprevistas, debes analizar una situación, establecer objetivos, formular estrategias para alcanzarlos y luego desarrollar acciones que apunten a cómo se implementarán dichas estrategias.
La planeación es importante porque reduce la incertidumbre y minimiza el riesgo, ya que a través de este proceso se prevén los cambios y se señala cómo se va a reaccionar en caso de que lleguen, disminuyendo considerablemente los riesgos que afecten de forma negativa a la institución.
Otro beneficio es que genera eficiencia en tu empresa porque al establecerse objetivos en concretos y señalar cómo se van a lograr, evitas la improvisación, lo que permite una mejor coordinación en las tareas y se implementan de forma más eficiente los recursos.
Con la planeación, además, generas compromiso y motivación entre los colaboradores de tu PYME, debido a que en el proceso se involucran todos los miembros de la empresa lo que genera una identificación del alcance de los objetivos por parte de los empleados.
También la planeación te facilita:
-Fijar objetivos
-Atender a los cambios del entorno
-Desarrollar acciones flexibles
-Organizar mejor las áreas y los recursos de la empresa
-Controlar y evaluar mejor los resultados
La planeación de clasifica dependiendo al nivel jerárquico en donde se realice, por ejemplo: si es a nivel organizacional (estratégica), si es a nivel funcional o departamental (táctica) y si es a nivel de operaciones (operacional).