Todo proyecto empresarial inicia con una idea de negocio que más adelante se ejecuta de acuerdo a la oportunidad que haya en el mercado sobre el área en cuestión y su factibilidad. Por supuesto, tomando en consideración variables como: la capacidad del emprendedor, su experiencia, el mercado, la competencia y los aspectos socio económicos.
Toda idea de negocio, para convertirse en un plan de negocio, debe estar basada en la identificación de una oportunidad y que esa idea realmente proporcione un valor para las empresas, los clientes y la sociedad en general.
Como emprendedor, la primera pregunta que debes hacerte antes de poner en marcha una idea de negocio es si realmente eres viable para tu idea de negocio, es decir, que si estás en la capacidad de lanzarla y mantenerla.
Asegura Elena Serrano, directora adjunta de Creara, Fundación San Telmo, que “el perfil del emprendedor y del equipo es uno de los factores que más influye en el éxito de un proyecto”.
Entre las variables que te indican que esa idea de negocio que tienes en mente puede transformase en un plan podemos citar:
– La disposición de luchar por tu idea
– Tu experiencia en el sector
– Conocer el verdadero significado del negocio
– Conocer tus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades
– Si es realmente una necesidad en el mercado
– Determinar mi público potencial
– Identificar mi cliente objetivo
– Rectificar si es el momento adecuado para lanzarte
– Verificar cuáles son tus competidores
– Cuáles son tus ventajas competitivas
– Cuáles son tus necesidades técnicas y financieras
– Visualizar tus gastos y tus ingresos
– Ver su factibilidad