Nos encontramos en un momento en que los cambios en el ámbito de logística y transportación están definiendo patrones que marcarán a las empresas del futuro. Si bien se hace difícil predecir cuáles serán, existen algunos indicios que llevan años tomando cada vez más fuerza, todos vinculados al desarrollo de nuevas tecnologías que obligan a replantear los procesos. Desde transporte autónomo y otras innovaciones futurísticas, hasta demanda de desplazamiento de cargas mayores, dados los cambios en las formas de consumo. Veremos a continuación algunos que debemos estar considerando:
Automatización. Tanto la mano de obra para el manejo y transporte de mercancías en largas distancias que se va tornando escasa, como también otras limitaciones en relación a la capacidad, han impulsado a grandes inversiones en tecnología y automatización: robótica, inteligencia artificial, aprendizaje automático, vehículos autónomos entre otros. La falta de capital humano en las áreas técnicas, centros de almacenamiento y distribución así como también la necesidad de mayor rapidez y eficiencia de estas tareas está llevando a que en las próximas décadas se aplique la automatización en las cadenas de suministro a nivel local y mundial que permita la disminución de la mano de obra.
Se están concentrando recursos en el desarrollo de la capacidad y de dar rápida respuesta a las demandas de los clientes. Aunque no están aconteciendo con la rapidez que requiere en la actualidad se están viendo avances considerables.
Vehículos eléctricos. Se trata de una tendencia que está siendo considerada como una solución eficiente y aunque aún no está totalmente definida la medida en que los vehículos eléctricos economizan más que los propulsados por gasolina o diesel, en una relación costo-consumo, los vehículos eléctricos al tener en sus motores menos partes en movimiento, requieren menos mantenimiento y tienen una vida útil más larga. De igual forma, el costo de la energía eléctrica suele fluctuar menos que el precio de los combustibles derivados del petróleo. El mayor reto se encuentra en desarrollar baterías que tengan una capacidad de almacenamiento suficiente para permitir recorridos prolongados y que no afecten la capacidad de carga del vehículo. Se trata de una opción que ofrece una mayor sostenibilidad, a la cual ecologistas y expertos ven favorablemente y sobre la que proponen el desarrollo de vínculos entre estos vehículos de propulsión eléctrica y la tecnología autónoma o sin conductor.
Transporte de carga. El crecimiento del e-commerce o comercio electrónico, los cambios demográficos y la redistribución continua de la población está creando nuevos patrones de demanda para los consumidores y con ello mayores exigencias de empresa a empresa, que afectan los volúmenes de carga y la necesidad de tiempos de entrega más cortos. Esto conlleva al aumento de la inversión en infraestructura; la mejora en la disposición geográfica estratégica, optimización de los centros de almacenamiento y al impulso de cambios de ruta de los envíos oceánicos a envíos vía aérea. En este sentido, las empresas de logística, autotransportistas, expedidores y receptores deben tener en cuenta esta lenta pero segura necesidad de adaptar sus redes internas y asignaciones de activos para que coincidan mejor con las demandas y tendencias morfológicas de la densidad de la población. Se hace necesaria la mejora de la infraestructura vial a puntos estratégicos de distribución, el acondicionamiento de los vehículos y recursos humanos que realizan esta labor, y mientras, los transportistas marítimos están mejorando los buques de transporte, cambiándolos por unos más nuevos, de mayor tamaño, que llevan a una mayor capacidad de carga y tasas más bajas.
Es cada vez más frecuente la incidencia de la tecnología en la escena del transporte para dar respuesta a los cambios y necesidades de las de los patrones de comercio, las empresas deben mantenerse al tanto de estos movimientos para poder responder de manera anticipada y hacer uso de los avances tecnológicos y herramientas disponibles para ello de modo que puedan implementar estrategias que apuesten por la mejora de la eficiencia y la movilidad.