En las últimas décadas el impacto de las actividades industriales en el medioambiente ha pasado a ser una preocupación de gran relevancia. Las empresas, como una forma de responder a ello, han asumido esta responsabilidad implementado tecnologías y estrategias que puedan sustituir las anteriores de una manera más limpia, que amortigüe los efectos negativos. Esto ha posibilitado que numerosos sistemas de gestión ambiental provean procedimientos que permitan la consecución de los objetivos en este sentido, formalizándose a través del desarrollo de interesantes propuestas en materia de logística y transportación, por ejemplo:
- Desarrollo de regulaciones de impacto medioambiental.
- Políticas que fomentan la unión de transporte, operaciones o proyectos con componentes ambientales.
- Evaluación periódica de impactos, riesgos, y responsabilidades medioambientales.
- Estrategias comerciales y operacionales entre el sector público y privado.
- Certificaciones de mejores prácticas.
- Acciones de seguimiento continuo y auditoría.
Estos puntos deben ser considerados antes de diseñar e implementar un marco particular de gestión ambiental bien sea dentro del sistema interno o externo de transportación de la empresa y va estrechamente relacionado con las problemáticas particulares del entorno geográfico, los riesgos, los impactos y las responsabilidades identificadas de la empresa. El asumir las necesidades de transportación de la empresa de manera consciente favorece la adaptabilidad de las operaciones a las diferentes necesidades del entorno ambiental pero también favorece la industria del transporte ecológico que va en aumento.
Entre los aspectos a considerar para implementar políticas de transporte responsables y beneficiosas para el medioambiente podemos mencionar:
- Reducción de viajes. Combinar envíos pequeños en uno solo permite reducir la cantidad de viajes y con ello el consumo y las emisiones por el combustible.
- Implementación de vehículos eficientes y aerodinámicos. El diseño de los vehículos de la empresa puede incidir también en el consumo de energía y el impacto medioambiental ya que el contar con un motor diseñado para el ahorro del consumo puede disminuir las emisiones de CO2, neumáticos especializados, o un diseño aerodinámico permiten el ahorro de combustible y un menor impacto en el entorno.
- Emisiones combustibles. El uso de combustibles y filtros que produzcan menos CO2 reduce el impacto del gas de efecto invernadero.
- Alternar fuentes de energía. Cabe considerar el uso de vehículos híbridos que permitan tener opciones en cuanto a la alimentación de la energía como baterías, conexiones eléctricas y diésel.
- Contratación de empresas que fomenten la sostenibilidad. En el caso de contratar los servicios de transportación, la mejor forma de aportar al cuidado del medioambiente es examinar las prácticas de los proveedores para determinar cuál es la que tiene una mejor estrategia relacionada al transporte ecológico.
La proyección a largo plazo de una empresa hoy en día va inevitablemente vinculada a la actitud que tome frente a las necesidades del medioambiente. Además, se trata de un valor añadido que impulsa la renovación de las infraestructuras y que otorga una ventaja competitiva en el mercado.