En el mundo empresarial gestionar múltiples proyectos, líneas de productos o áreas estratégicas puede convertirse en un verdadero desafío si no se cuenta con una estructura clara de gobernanza. Por tal motivo, es común que muchas decisiones se tomen de forma intuitiva, sin procesos establecidos para priorizar iniciativas, evaluar riesgos o asignar recursos eficientemente.
Hay que destacar que la gestión del portafolio de negocio no es exclusiva de grandes corporaciones, pues las pymes también necesitan una visión integral y mecanismos de control que les permitan asegurar que cada acción o inversión esté alineada con los objetivos estratégicos de la empresa y para lograrlo, es imprescindible fortalecer la gobernanza.
¿Qué es la gobernanza en el contexto del portafolio de negocio?
La gobernanza, en este caso, hace referencia al conjunto de prácticas, estructuras y procesos que permiten tomar decisiones informadas, equilibradas y responsables sobre las iniciativas que componen el portafolio de una empresa. Esto incluye desde nuevos productos, proyectos de innovación, inversiones operativas, hasta alianzas estratégicas.
Una buena gobernanza garantiza que las decisiones no dependan solo de la intuición del fundador o del gerente general, sino que sigan una lógica clara, participativa y orientada a resultados. Además, permite alinear el portafolio con la visión de largo plazo del negocio.
¿Por qué es tan importante para las pymes?
En muchas pymes, el crecimiento suele venir acompañado de una mayor complejidad operativa. Sin estructuras de gobernanza, los líderes pueden terminar dispersando recursos en proyectos poco rentables, asumir riesgos innecesarios o perder de vista el enfoque estratégico. La gobernanza permite:
– Priorizar las iniciativas que aportan mayor valor al negocio.
– Evaluar riesgos antes de comprometer recursos.
– Coordinar mejor entre áreas y equipos.
– Ganar transparencia ante inversionistas, socios o instituciones.
– Construir una empresa más sólida y sostenible.
Además, contar con procesos de gobernanza profesionalizados puede ser un diferencial importante al buscar financiamiento, atraer aliados o proyectar confianza al mercado.
Claves para fortalecer la gobernanza del portafolio
Existen siete pilares que puedes aplicar en tu pyme para fortalecer la gobernanza de forma práctica y efectiva:
Crear un órgano de supervisión estratégica
Aunque muchas pymes no tienen juntas directivas formales, contar con un comité asesor o un grupo de personas clave que participen en las decisiones estratégicas puede marcar la diferencia. Este grupo puede reunirse periódicamente para revisar el portafolio, evaluar propuestas y brindar una visión externa o más objetiva.
Establecer criterios claros de evaluación
No todas las ideas son iguales, así que define una serie de criterios para evaluar las iniciativas del portafolio, como el retorno esperado, alineación con la estrategia, nivel de riesgo, impacto operativo, entre otros. Esto te permitirá tomar decisiones más racionales y menos emocionales.
Categorizar el portafolio
Divide las iniciativas en diferentes categorías según su objetivo: mantenimiento del negocio actual, expansión de mercado, innovación disruptiva, entre otras. Esto te ayudará a balancear el riesgo y asegurar que no estás apostando todo a un solo tipo de proyecto.
Incorporar buenas prácticas de gobernanza
Existen marcos internacionales como la norma ISO 37000 que pueden servirte como guía para establecer principios de buena gobernanza, incluso si no buscas certificación. Conceptos como transparencia, rendición de cuentas, equidad y sostenibilidad son aplicables a cualquier tamaño de empresa.
Adoptar enfoques ágiles
La gobernanza no tiene que ser rígida ni burocrática, por lo que puedes implementar ciclos cortos de revisión y ajustes periódicos al portafolio, usar indicadores de valor, y mantener la flexibilidad para adaptarte a cambios sin perder el control. Esto es especialmente útil en entornos dinámicos o con alto nivel de incertidumbre.
Incluir a los stakeholders relevantes
Involucra a las personas clave del negocio en el proceso de toma de decisiones: socios, líderes de área, clientes estratégicos, etc. Una gobernanza participativa no solo mejora la calidad de las decisiones, sino que fortalece el compromiso y la ejecución.
Monitorear, medir y aprender
Para que la gobernanza funcione, es fundamental establecer indicadores de seguimiento. Evalúa periódicamente el avance y los resultados de cada iniciativa del portafolio. Reflexiona sobre qué funcionó, qué no, y ajusta tu enfoque. Esta cultura de mejora continua es clave para el éxito sostenible.
Una pyme con buena gobernanza no solo toma mejores decisiones, sino que transmite confianza, fortalece su equipo y se prepara para competir a otro nivel, por eso, contar con una gestión clara del portafolio de negocio es clave para mantener el enfoque, optimizar recursos y construir un futuro sostenible.
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