No hay nada más pesado para un ambiente laboral que un empleado que se pase todo el día quejándose. Muchas veces, los motivos de las quejas provienen de la falta de comunicación, malos entendidos o de grandes cambios en la empresa. Tu deber como líder es conversar con tus socios del tema y luego acercarte al empleado para conversar, esto a fin de completar y asegurar la comunicación sobre el asunto que se quiere tratar.
Cuando haya llegado el momento de la conversación con tu empleado, toma en cuenta lo siguiente.
-Establece expectativas. Reúnete con tu empleado y explícale las consecuencias de su actitud y cómo sus quejas están afectando su productividad y la de los demás. Explícale que necesitas de su cooperación ante la situación para trabajar juntos y poder crecer.
-Enfatiza. Cuando en la empresa se presenten cambios como, la implementación de nuevos sistemas, reglas o procedimientos, explícale cómo afecta esto a toda la pequeña empresa y que no está sólo. Comunícales que es un cambio para todos los miembros, mantente positivo durante la conversación y evita que se convierta en algo personal o emotivo.
-Uso de información real. Si la queja de tu empleado es irracional o simplemente es sobre algún aspecto de la empresa que no puede cambiarse, tienes que sentarte a conversar con él y explicarle que lamentas que se sienta de esta forma, pero que estas no son reglas comerciales que se puedan cambiar.
-Compromiso. Si está a tu alcance, trata de resolverle los motivos de quejas a tu empleado. Si por ejemplo, es por motivo de sueldo y se lo prometiste cumple tu compromiso. Si no eres responsable acabarán hablando mal de ti y bajarán tus niveles de respeto en la empresa.