La sostenibilidad en el sector manufacturero es un tema cada vez más relevante para empresas de todos los tamaños, especialmente para las pymes que buscan competitividad y resiliencia en un entorno global cambiante No obstante, con la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, se abren nuevas oportunidades y enfoques para integrar prácticas responsables y eficientes a lo largo de toda la cadena de valor.
En este artículo, exploraremos las principales estrategias de sostenibilidad en la manufactura y la forma de vincularlas con objetivos concretos, tomando como base los ODS más relacionados con esta industria.
- Los ODS en la industria manufacturera
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 metas mundiales establecidas por la ONU para abordar retos globales, como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático, entre otros. Dentro de este marco, la industria manufacturera desempeña un rol fundamental, ya que el crecimiento económico inclusivo y la innovación tecnológica se ven reflejados en ODS como el 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) y el 12 (Producción y consumo responsables), mientras que la acción frente al cambio climático se aborda a través del ODS 13 (Acción por el clima).
Para las pymes, la adopción de los ODS no solo representa una contribución significativa al bienestar social y ambiental, sino que también puede ser una estrategia competitiva, debido a que, al mejorar sus procesos, la industria logra eficientizar el uso de recursos, así como también reducir costos a largo plazo y se prepara para un mercado que valora cada vez más la responsabilidad corporativa. De esta manera, los ODS dejan de ser un simple ideal y se convierten en un marco de acción para innovar y prosperar.
- Identificación de los objetivos de sostenibilidad más pertinentes
Aunque todos los ODS tienen relevancia para la sociedad en conjunto, en el sector manufacturero algunos objetivos cobran especial importancia. Estos son:
- ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura): fomenta la modernización de la infraestructura industrial y el impulso de la innovación. Para las pymes, esto implica la adopción de tecnologías limpias, la digitalización y la mejora continua de procesos.
- ODS 12 (Producción y Consumo Responsables): subraya la necesidad de optimizar el uso de recursos, disminuir los desechos y promover prácticas de reciclaje y reutilización. Las pymes pueden beneficiarse al instaurar sistemas de gestión ambiental y economía circular.
- ODS 13 (Acción por el Clima): hace hincapié en la urgencia de reducir emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático. En la manufactura, esto se traduce en eficiencia energética, transición a fuentes limpias de energía y un uso más responsable de los recursos naturales.
- Diagnóstico y fijación de metas
El primer paso para desarrollar estrategias de sostenibilidad en la manufactura es llevar a cabo un diagnóstico integral de la situación actual de la empresa. Para ello se recomienda realizar una evaluación exhaustiva que incluya:
- Consumo de recursos: identificar la cantidad y tipos de materias primas utilizadas, así como el consumo energético y de agua.
- Emisiones y desechos: cuantificar los contaminantes emitidos al aire, agua y suelo, junto con la generación de residuos sólidos.
- Procesos y tecnología: analizar la eficiencia de los equipos y la producción, determinando cuellos de botella y oportunidades de mejora.
A partir de este análisis, se establecen metas concretas ligadas a los ODS elegidos. Por ejemplo, una pyme que busca alinearse con el ODS 12 podría fijar como objetivo reducir en un 20% sus desechos de producción en un periodo de tres años. Los indicadores facilitarán la medición de resultados y la identificación de áreas de mayor impacto.
- Implementación de prácticas sostenibles y tecnología limpia
Una vez definidas las metas, se procede a la implementación de medidas concretas. Aquí se destacan:
- Optimización de procesos: revisar y rediseñar los flujos de trabajo para eliminar pasos innecesarios, minimizar tiempos muertos y reducir defectos. Herramientas como el “Lean Manufacturing” y la filosofía de “Mejora Continua” pueden ser muy efectivas en este ámbito.
- Ecoeficiencia y economía circular: adoptar prácticas de reutilización de subproductos, reciclaje de materiales y aprovechamiento energético de residuos. Por ejemplo, los recortes de metal en una planta de piezas automotrices pueden fundirse y reutilizarse para nuevos productos. Esto no solo reduce el impacto ambiental, sino que también genera ahorros de costos.
- Cambio a fuentes de energía renovable: la instalación de paneles solares, la contratación de electricidad proveniente de energías limpias o la incorporación de sistemas de cogeneración son formas de avanzar en el cumplimiento del ODS 13. Además, se pueden implantar sistemas de gestión energética, como la norma ISO 50001, para garantizar la mejora continua en el rendimiento.
- Capacitación y cultura corporativa: el éxito de cualquier iniciativa de sostenibilidad depende del involucramiento de toda la organización. Es esencial capacitar al personal en buenas prácticas ambientales, seguridad industrial y eficiencia de recursos. De esta manera, se crea una cultura de responsabilidad compartida.
- Medición, reporte y certificaciones
La transparencia y la rendición de cuentas son componentes clave en la estrategia de sostenibilidad, por lo que es vital medir y reportar los avances para evaluar el impacto real de las acciones y, al mismo tiempo, consolidar la reputación de la empresa ante clientes, inversionistas y la sociedad en general. Para ello existen diversas herramientas y marcos de referencia que facilitan este proceso:
- Sistemas de indicadores internacionales: GRI (Global Reporting Initiative) o SASB (Sustainability Accounting Standards Board) proporcionan lineamientos para reportar la huella de carbono, el consumo de agua y otros indicadores relevantes.
- Certificaciones ambientales: la norma ISO 14001 se centra en la gestión ambiental, mientras que sellos ecológicos específicos (como Cradle to Cradle o Ecolabel) avalan la sostenibilidad de productos o procesos.
Para las pymes, estos estándares representan un aval externo que confirma su compromiso con la sostenibilidad y puede favorecer su acceso a mercados más exigentes.
No obstante, las pymes deben tener claro que la sostenibilidad en la manufactura no puede lograrse de manera aislada, ya que se benefician más al unirse a redes de colaboración con otras empresas, universidades y centros de investigación para compartir mejores prácticas y desarrollar proyectos de innovación conjunta.
Las alianzas estratégicas permiten también acceder a fuentes de financiamiento verde, como créditos con tasas preferenciales o fondos de inversión especializados en proyectos de impacto social y ambiental. Estas oportunidades financieras facilitan la implementación de tecnologías limpias y la expansión hacia nuevos mercados.
Integrar los ODS en las estrategias de sostenibilidad de la manufactura, especialmente en pymes, es sin lugar a duda, una oportunidad para impulsar la competitividad, reducir costos y generar valor agregado, ya que el compromiso con la sostenibilidad no es solo una respuesta a las demandas del mercado o a las regulaciones cada vez más estrictas, sino también una visión de futuro que coloca a la industria manufacturera como un pilar de innovación y desarrollo para la sociedad.