Bien sea porque necesitamos remodelar los espacios en la empresa o porque queremos implementar una nueva estrategia para motivar al equipo de trabajo, es de gran importancia saber el impacto del color en la psicología no solo de los empleados sino también en los consumidores y clientes del negocio.
La psicología del color está basada en los efectos mentales y emocionales que los colores tienen en la percepción de las personas en los diferentes momentos de su vida. Aunque existan variaciones en la interpretación, el significado y la percepción entre diferentes culturas, no se puede ignorar la incidencia del color en la percepción de las personas de los lugares y las cosas.
En arte-terapia, el color es asociado con frecuencia a las emociones de una persona y su disposición física. Por ejemplo, algunos estudios han dado como resultado que personas expuestas al color rojo por lapsos de tiempo prolongados han aumentado su pulso cardíaco, aumentanddo de adrenalina a la corriente sanguínea.
En el libro Psicología del color (2000) de Eva Heller se explica mediante un estudio aplicado a dos mil personas de todas las profesiones, que los “colores y sentimientos no se combinan de manera accidental, y que sus asociaciones no son cuestiones de gusto, sino de experiencias universales profundamente enraizadas desde la infancia en nuestro lenguaje y nuestro pensamiento. El simbolismo psicológico y la tradición histórica permiten explicar por qué esto es así.”
Se trata de un impacto que también incide en la productividad, bien sea motivando a los empleados a desarrollar con un estado de ánimo de gran energía como también generando sentimientos de ansiedad o de poca concentración. Lo ideal es conocer a fondo el impacto del color en los estados de ánimo y sobre todo en los entornos de trabajo, de manera que pueda potenciar optimismo, creatividad y concentración en el ambiente del trabajo.
Cada color tiene características que dependiendo de las cantidades en que se implemente y la combinación con que se trabaje puede generar una reacción u otra. En este sentido las teorías de la psicología del color hacen mayor énfasis en dos categorías principales: colores cálidos y fríos.
Los colores cálidos compuestos por diferentes tonalidades de rojos, amarillos, naranjas, dan la sensación de calor y reducen el espacio donde son aplicados. Suelen tener un efecto estimulante, dan la sensación de que avanzan, es decir, que se adelantan de la superficie que los contiene por lo que genera una sensación de sobrecogimiento. Son colores alegres, activos que transmiten vitalidad. Por estas características suelen implementarse en climas fríos.
Los colores fríos, las tonalidades de azules, verdes, violetas suelen generar un ambiente que, dependiendo de las proporciones y los tonos en que sean combinados, ronda entre la tranquilidad, bienestar, calma tristeza. Generan la sensación de amplitud, distanciamiento. También crea una sensación térmica de frescura.
Mencionaremos algunas características propias de los colores, resaltando los resultados de la obra anteriormente referida de Heller (2000), donde el azul suele ser el color preferido de la simpatía, la armonía y la fidelidad; es conocido como el color de las virtudes espirituales.
Muchos son los colores y muchas sus tonalidades. Se trata de aprender a conocerlos para aplicarlos a nuestro favor. En los negocios pueden usarse como una ventaja no sólo para incidir en la motivación de empleados, de clientes, sino también para hacer más eficiente el uso de la energía. Entender las nociones básicas de la psicología del color puede ayudar a diseñar espacios que maximicen el potencial de la empresa.