El humor como instrumento de seducción

El humor como instrumento de seducción

Las investigaciones han demostrado que está directamente relacionado con la inteligencia de los negocios

 

El humor es una eficaz herramienta para manejar conflictos, aumentar la motivación y construir equipos eficaces. Según el diccionario de la Real Academia, el humor es —en su segunda acepción— genio, índole, condición, especialmente cuando se manifiesta exteriormente; el humorismo es la manera graciosa o irónica de enjuiciar las cosas; y el humor negro es aquella forma de humorismo que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima o emociones parecidas.

Freud escribió que el humor es el mayor mecanismo de defensa del ser humano, un instrumento que permite equilibrar las emociones. Entendía que el humorista explota las posibilidades del pensamiento y que, en consecuencia, es una actividad psíquica orientada hacia el escape o la evasión.

Para el creador, el humor supone una manifestación de la inteligencia, una exploración del mundo exterior, de la que se extraen algunos rasgos que se exageran o ingresan en nuevas e ingeniosas combinaciones, capaces de sorprender y de suscitar una sonrisa, seguida de la motivación al consumo.

El humor se caracteriza por su trasgresión, en el sentido de que nos puede ayudar a crear una interpretación distinta de las cosas. Supone la capacidad de ver los contrastes, por eso, cuanto más dogmática es una sociedad, menos sentido del humor hay en ella. Nos protege de todo lo que nos deshumaniza o nos niega la alegría de vivir y fomenta una actitud positiva frente a la vida. Al permitir la risa y una mirada diferente sobre las cosas, el humor posibilita salir con más facilidad de los problemas. Es decir, aumenta la eficacia con la que nos enfrentamos a las situaciones.

Arma de seducción

El humor es también una gran arma de atracción y captación para las pymes. Además, se sabe que el buen humor facilita el aprendizaje. Las investigaciones sugieren que la gente positiva suele obtener mejores resultados en el trabajo, porque procesa la información cognitivamente de manera más eficiente. Existe el consenso de que el humor supone creatividad, es un producto muy sofisticado que pone en juego la inteligencia.

El humor en las ventas

Incluir el humor cuando se trata de vender un producto o servicio en tu pyme puede obtener excelentes resultados, si partimos de la base de que un entorno agradable impulsa al consumo y la compra. La razón sería que el buen humor abre canales de comunicación y disminuye la tensión, reduciendo los temores.

Cuando se utiliza con creatividad, refuerza los argumentos y permite recordarlos mejor. El error es cuando el material pueda ser ofensivo o, en realidad, irrelevante. El humor en la venta debe ser limpio.

Si hablamos de ventas, sabemos que hay cierto perfil que debe cumplir un vendedor de tu pyme: se buscan ciertas características de personalidad como ambición, vocación de servicio, proactividad, tolerancia al fracaso, efectividad o persistencia como principales atributos, pero hay uno que no aparece a primera vista y que realmente es un valor agregado: el sentido del humor.

La idea no es que el vendedor de tu pyme se convierta en un contador experto de chistes o en un comediante, sino que sepa cómo utilizar ciertas herramientas para incluirlas en las interacciones con el cliente, sin caer antipático o impertinente.

No todos tenemos la suerte de ser personas graciosas en nuestro discurso, pero sí podemos entrenar el humor como forma no sólo de pasarla bien, sino de tomarnos la vida un poco menos en serio. Una persona con un sentido del humor entrenado tendrá siempre recursos a mano para salir del paso en algunas situaciones en las que otros caminos llevan inequívocamente al fracaso.