Los clientes juzgan constantemente tu empresa y se hacen percepción de ella antes, durante y después de la venta, es por esto que debes cuidar cada contacto con ellos. Recuerda que de tu actitud diaria dependerá la idea que ellos se formen de ti.
Asegúrate de cuidar detalladamente cada punto de percepción con el cliente, es decir, cada etapa de la venta.
-La etapa de exploración: cuando el cliente está considerando comprarte.
-La etapa de confirmación: cuando el cliente decide comprar.
-La etapa de entrega: cuando el cliente recibe lo que se le prometió.
-La etapa post venta: la relación que mantengas con el cliente después de la venta.
Los clientes perciben a la empresa por distintos elementos, por ejemplo: sus productos, servicio, personal, planta física, publicidad y promoción, procesos de trabajo, las políticas de la empresa, empaque, comunicación, entre otras.
En el caso del personal:
-Aspecto, vestimenta y humor
-Actitud, contacto visual, postura
-Lenguaje verbal, conocimiento del producto
-Puntualidad, habilidades de comunicación
-Flexibilidad, confiabilidad
-Capacidad de resolución de problemas
-Motivación, voluntad de servicio
En el caso de los productos:
-Precio, medidas y peso
-Velocidad, potencia y rendimiento
-Materiales, calidad y funciones
-Facilidad de operación
-Facilidad de mantenimiento y garantía
-Repuestos, colores y diseño
-Servicio técnico, variedad e innovación
-Stock, valor de reventa y durabilidad
En el caso de la planta física:
-Aspecto, mantenimiento y limpieza
-Horarios de atención
-Amplitud de espacios de atención
-Iluminación
-Facilidad de llegada
-Facilidad de estacionamiento
-Accesibilidad para personas con capacidades diferentes
-Baños, salas de espera y mobiliario
Finalmente, procura que en todos los aspectos de tu empresa tus clientes queden satisfechos, con el fin de despertar en ellos lealtad por tu marca.
