En un entorno donde las pymes deben navegar constantes cambios y restricciones de recursos, la gestión de proyectos se convierte en un arte que va más allá de cumplir plazos y presupuestos: se trata de desbloquear el verdadero potencial de tu negocio y una perspectiva innovadora para optimizar esta gestión es reimaginar la forma en que tu empresa crea valor, utilizando el marco de la cadena de valor de Michael Porter, introducido en 1985.
Este enfoque te invita a descomponer tu operación en actividades primarias y de apoyo, revelando no sólo cómo generas impacto para tus clientes, sino también cómo puedes reestructurar tus proyectos para enfocarte en lo que realmente importa. Las actividades primarias son aquellas directamente involucradas en la creación y entrega del producto o servicio, mientras que las actividades de apoyo facilitan y potencian las primarias, asegurando que la empresa funcione de manera eficiente.
Identificando las actividades primarias de tu pyme
Las actividades primarias, según Porter, incluyen cinco áreas clave: logística interna, operaciones, logística externa, marketing y ventas, y servicio al cliente. A continuación, te compartimos cómo tu pyme puede identificarlas:
– Logística interna: esta actividad abarca la recepción, almacenamiento y distribución interna de los insumos necesarios o materia prima para producir un producto o servicio. Identificar esta actividad implica analizar cómo se manejan los insumos, si hay retrasos en la recepción de materiales o si el almacenamiento es eficiente.
– Operaciones: se refiere a los procesos de transformación de insumos en productos o servicios, para identificar esta actividad, es necesario evaluar si los procesos son eficientes y si cumplen con los estándares de calidad esperados por los clientes. Herramientas como el mapeo de procesos pueden ayudarte a detectar cuellos de botella que entorpecen las operaciones.
– Logística externa: que implica la entrega del producto o servicio al cliente, ya que la empresa debe asegurarse de que los pedidos lleguen a tiempo y en buen estado. Esta actividad la puedes identificar analizando tu sistema de distribución ¿Utilizas servicios de mensajería confiables? ó ¿Los tiempos de entrega satisfacen a tus clientes?
– Marketing y ventas: son todas las actividades relacionadas con la promoción y venta del producto o servicio, a través de redes sociales, campañas de email marketing o ferias locales como parte de esta actividad. Para identificarla pregúntate ¿Cómo llegas a tus clientes? ¿Tus estrategias de marketing están generando el retorno esperado? Herramientas como Google Analytics o plataformas de gestión de redes sociales pueden ayudarte a medir el impacto de estas acciones.
– Servicio al cliente: Esta actividad va enfocada en mantener y aumentar la satisfacción del cliente después de la venta, como incluir soporte técnico o garantías. Para identificarla evalúa si tus clientes reciben respuestas rápidas y efectivas o si ofreces un valor adicional postventa.
Identificando las actividades de apoyo de tu pyme
Las actividades de apoyo, por otro lado, no están directamente relacionadas con la producción, pero son esenciales para que las actividades primarias funcionen de manera eficiente. Porter identifica cuatro categorías principales:
– Infraestructura de la empresa: incluye la gestión general, como la contabilidad, la planificación estratégica y la administración. En una pyme, esto podría significar el uso de software de gestión como QuickBooks para llevar las finanzas o herramientas como Trello para la planificación de proyectos.
– Gestión de recursos humanos: se refiere a la contratación, capacitación y motivación del personal que ayude a aumentar la retención de ese capital humano.
– Desarrollo tecnológico: abarca la implementación de tecnologías que mejoren los procesos, como el uso de software o herramientas para automatizar procesos y analizar datos.
– Abastecimiento: se refiere a la compra de insumos y servicios necesarios para operar, como equipos, materia prima o servicios externos. Optimizar esta actividad puede reducir costos y garantizar la continuidad de las operaciones.
Una vez identificadas las actividades primarias y de apoyo, las pymes pueden utilizar este análisis para mejorar la gestión de sus proyectos. Además, el análisis de la cadena de valor puede integrarse con metodologías modernas de gestión de proyectos, como Agile o Scrum, que son ideales para pymes debido a su flexibilidad. Por ejemplo, puedes organizar sprints para abordar mejoras específicas en cada actividad, cómo optimizar el marketing digital o capacitar al equipo en nuevas herramientas tecnológicas. Según un informe de PMI (Project Management Institute) de 2024, las pymes que adoptan enfoques estructurados para la gestión de proyectos tienen un 28% más de probabilidades de cumplir sus objetivos dentro del presupuesto y el plazo establecidos.
Identificar las actividades primarias y de apoyo de tu pyme es un ejercicio poderoso que no solo mejora la gestión de proyectos, sino que también impulsa el crecimiento sostenible. Al comprender cómo se genera valor en tu negocio, puedes priorizar las áreas que necesitan atención, optimizar tus recursos y ofrecer un mejor servicio a tus clientes.