Incentivar el liderazgo en los hijos

Incentivar el liderazgo en los hijos

El liderazgo hace referencia a aquellas características y/o habilidades que puede tener un sujeto haciéndolo capaz de guiar y motivar a otros para que trabajen de forma entusiasta para lograr los objetivos previamente definidos. Una persona con estas cualidades busca el crecimiento constante, es proactivo, se adapta a las circunstancias para poder trabajar desde ellas y es capaz de trabajar en equipo.

Hay quienes pueden nacer con estas aptitudes, pero en la mayoría de las ocasiones se va desarrollando desde una edad temprana a partir de ámbitos educativos, de amistad y sobre todo familiares.

Si se tiene una pequeña o mediana empresa, resulta de vital importancia desarrollar esta cualidad en los hijos porque, aunque aún no se haya definido como empresa familiar, existe una gran probabilidad de que se integren de distintas formas, haciendo aportes que pueden ser significativos.  El hecho de que fomentemos este tipo de actitud permite que desarrollen una personalidad más fuerte, que proyecten mayor seguridad, que se vinculen no solo con la empresa que provee modo de sustento para su familia y que puede ser parte de su vida, sino también con tu profesión como padre y la labor que desarrollas.
Algunas de las cosas que se pueden hacer para impulsar el liderazgo en los más jóvenes son la disciplina, asumir responsabilidades, formación y empatía.

La disciplina como la capacidad de desarrollar las tareas de la forma más eficaz, a tiempo, de forma organizada, cumpliendo con los requerimientos presenciales. Para ello funciona el desarrollo de hábitos como levantarse temprano, ejercitarse de forma recurrente y el trabajo paulatino para alcanzar las metas sin importar la índole.

La responsabilidad apela a la capacidad de cumplir las tareas a cabalidad, pero también la toma de decisiones, de acciones que permitan solucionar los posibles imprevistos sin culpar a variables externas.

La formación se trata de un aspecto muy importante ya que define el nivel de conocimientos y la inquietud que tenga el joven por el crecimiento, en función de los objetivos que quiere lograr.

No se debe quedar atrás la empatía, ya que se trata la cualidad que permite que como sujetos conectemos unos con otros, y que como líder, tengamos la capacidad de atraer a las personas para que sigan nuestro curso y trabajen con nosotros por un mismo fin. Versa sobre la intención de entender los sentimientos de los demás, sus necesidades, para poder sacar lo mejor de ellos.

 

Son todos aspectos muy importantes que engloban muchos otros y que podemos desarrollar  partir de las responsabilidades educativas, del hogar, los compromisos sociales y que pueden marcar una diferencia no sólo en el joven sino también en el sistema familiar y ya más a largo plazo, en la empresa.