El mundo de la gastronomía y el turismo está experimentando una transformación acelerada gracias al auge de las redes sociales, en especial, el sector de la restauración, conocido tradicionalmente por basar su éxito en la experiencia presencial, se ha visto empujado a implementar estrategias de marketing digital que abarquen plataformas como Instagram, Facebook, TikTok, YouTube y otras. Este fenómeno, al que muchos se refieren como “social media restauranting”, cobra relevancia en regiones turísticas tan populares como el Caribe y Latinoamérica, donde la cultura culinaria es un importante atractivo para visitantes de todo el mundo.
En este artículo hemos recopilado las cinco tendencias principales en social media restauranting que marcan la pauta en la industria turística de habla hispana y caribeña, ya que estas estrategias y enfoques no solo promueven la cocina local, sino que también generan mayor competitividad y fortalecen la imagen de destinos reconocidos por su riqueza gastronómica. Desde el uso de influencers hasta la integración de nuevas tecnologías, estas tendencias ofrecen una carta de ruta para que restaurantes y negocios del sector se mantengan a la vanguardia.
1. Experiencias gastronómicas audiovisuales
La primera tendencia que resalta es la importancia creciente del contenido audiovisual corto e impactante, ya sea en formato de “reels” de Instagram, historias de Facebook o videos en TikTok. Los usuarios, en especial los turistas que buscan recomendaciones, se sienten cada vez más atraídos por imágenes llamativas y narraciones emotivas que despierten los sentidos.
En el país, esta táctica resulta especialmente poderosa, pues la cocina típica de la región está cargada de sabores vibrantes, colores vivos y técnicas culinarias heredadas de influencias indígenas, africanas y europeas. Mostrar cómo se prepara un ceviche fresco, un mofongo o un asopao a través de videos cortos y dinámicos no solo genera apetito, sino que transmite la cultura y el estilo de vida local.
El uso de drones para capturar la atmósfera del entorno o de cámaras de alta definición para mostrar la elaboración de cada plato paso a paso son herramientas que potencian la narrativa y el storytelling. Así, quienes planean un viaje gastronómico se inspiran y eligen visitar sitios que hayan despertado su curiosidad a través de las redes.
2. Influencers y “foodies” locales
Otra de las tendencias más destacadas es la alianza con influencers y creadores de contenido especializados en gastronomía. Los llamados “foodies” (aficionados a la buena cocina) o blogueros culinarios han tomado las redes sociales por asalto, convirtiéndose en prescriptores clave para turistas ansiosos por descubrir nuevas propuestas.
En los países de Latinoamérica, el peso de la recomendación personal es particularmente alto, dada la cercanía cultural y la calidez de la gente. Colaborar con un influencers local que muestre los mejores lugares para comer mariscos en la costa puede traducirse en un incremento notable de clientes. Este fenómeno cobra fuerza en plataformas como Instagram y TikTok, donde se viralizan videos y reseñas de restaurantes en cuestión de horas.
La clave está en seleccionar perfiles que realmente conecten con el público objetivo. No se trata únicamente de sumar seguidores, sino de acercarse a creadores con credibilidad y afinidad por la propuesta gastronómica específica que desea promoverse.
3. Autenticidad y storytelling de la cultura local
En un entorno donde las opciones de gastronomía se han multiplicado, la autenticidad se alza como uno de los valores más buscados por los turistas. Esto se refleja en el creciente interés por restaurantes que, a través de sus redes sociales, comparten historias y detalles de la cultura local: los ingredientes de origen, las recetas tradicionales heredadas de abuelos y bisabuelos, así como la historia detrás de cada plato.
Para el sector turístico, esta estrategia ofrece un enorme potencial. Lugares como Cartagena en Colombia o la costa de Riviera Maya en México han entendido que, al narrar la historia de cada plato, sus raíces y su vínculo con el lugar, se genera un mayor compromiso emocional de parte del comensal. En redes sociales, las imágenes y videos acompañados de historias cautivantes dan vida a la experiencia, atrayendo a viajeros que valoran la conexión con la cultura.
Además, esta autenticidad puede extenderse a detalles como la música de fondo en los videos, la decoración inspirada en elementos locales o la presentación de un chef contando su anécdota familiar detrás de la receta. Todas estas narrativas contribuyen a elevar la marca y a diferenciarlas de propuestas más genéricas.
4. Uso de tecnología y realidad virtual
Una cuarta tendencia gira en torno a la innovación tecnológica aplicada al marketing y la interacción con los clientes, y es que hoy día, se están popularizando recursos como la realidad virtual (RV) y la realidad aumentada (RA) para brindar tours inmersivos por los restaurantes, enseñar la carta o mostrar el entorno geográfico donde se originan los ingredientes.
En el Caribe y Latinoamérica, hoteles y restaurantes de lujo ya han incorporado esta estrategia, permitiendo que, desde cualquier parte del mundo, el turista potencial o comensal “ingrese” virtualmente a las instalaciones y disfrute de una vista 360° del salón. Esto no solo despierta curiosidad, sino que otorga un factor sorpresa a la experiencia gastronómica.
Adicionalmente, el uso de chatbots y herramientas de mensajería automatizada en redes sociales se perfila como una gran ventaja competitiva, debido a la inmediatez que demanda el usuario por tener respuestas rápida a sus consultas sobre la disponibilidad de mesas, horarios, promociones o recomendaciones en cuestión de segundos.
5. Sostenibilidad y compromiso social
La última gran tendencia que no podemos pasar por alto es la creciente relevancia de la sostenibilidad y la responsabilidad social como ejes de la comunicación en redes. En un mundo donde las preocupaciones ambientales y el impacto del turismo son cada vez más visibles, los viajeros valoran el que un restaurante ofrezca productos locales, frescos y sostenibles, apoye a comunidades agrícolas o pesqueras, y aplique prácticas de cuidado medioambiental (por ejemplo, reduciendo el uso de plásticos de un solo uso).
Las redes sociales se han convertido en la vitrina ideal para transparentar estas acciones, compartir las iniciativas de reciclaje, el trabajo con artesanos locales y las alianzas con productores orgánicos. El público no solo busca comer bien, sino también ser parte de una experiencia que contribuya al bienestar de la comunidad y al respeto por el entorno natural.
La clave para triunfar con el social media restauranting radica en la diferenciación y la constancia. En un sector en el que cada vez hay más voces y opciones, aquellos negocios que construyen una comunicación auténtica y cultivada en redes sociales, que cuentan historias sobre la esencia local de sus platillos y que abrazan la innovación tecnológica, podrán forjar un lazo sólido con el turista moderno. De esa forma, el Caribe y Latinoamérica siguen posicionándose como referentes mundiales de un turismo gastronómico que fusiona tradición, pasión y un sentido de responsabilidad compartida con el entorno.