El “gasto hormiga” consiste en la compra de pequeños artículos que con su recurrencia puede generar grandes pérdidas para la empresa.
Son gastos que si se evitan pueden convertirse en un ahorro significativo pues por lo general, resultan innecesarios y de poco rendimiento, por lo que se debe tener en cuenta cuáles son estos gastos y evitarlos, para favorecer el ahorro.
Recomendaciones para evitarlos
Comprar lo mejor al mejor precio, comprar sólo lo necesario, planificando las compras, sin desviarse de un listado previo para comprar. .
Se recomienda iniciar a ahorrar en el mismo momento en que se descubre esto, evitando que el dinero se vaya de la empresa, sin apenas darse cuenta.
Procura invertir este dinero en otras cosas o activos financieros que propicien más rentabilidad para la empresa.
Planifica las cantidades que se pueden ahorrar tomando esta medida, y lleva a cabo todos los proyectos de evitar este tipo de fugas monetarias. Presupuesta lo que se gastaría sin ellos para notar la proporción del ahorro..
Los gastos que se pueden evitar, simplemente evítalos.
En conclusión, muchas ocasiones se puede pensar que por un pequeño gasto no pasa nada, pero el problema de estos gastos está en que poco a poco, se van acumulando, de modo a que la suma se convierte en una cantidad importante que podría invertirse en otras cosas productivas.
Una hormiga, no aparenta a simple vista ningún problema, pero un millón de hormigas sí. Las compras de un peso no suponen nada significativo pero un millón de compras con el valor de un peso, sí lo hacen. Esto es lo que suponen los gastos hormiga o fugaces que esencialmente se caraterizan por que podemos prescindir de ellos.