Los costos fijos son aquellos que hay que pagarlos independientemente del nivel de operación que se haya tenido en una empresa en el mes. En este reglón entran, por ejemplo, el alquiler del local, la luz, el teléfono, los seguros y la nómina de empleados, que es quizás el principal o al menos uno de los que tiene más peso.
Para las PYME los costos fijos pueden representar un constante dolor de cabeza pues hay que resolverlos independientemente de la productividad y las ganancias.
Los costos fijos varían dependiendo de las decisiones de las empresas con la que se tenga el servicio o la cantidad de empleados contratados.
Según el libro “Contabilidad de costos un enfoque administrativo para la toma de decisiones” de los autores Backer Jacobsen y Ramírez Padilla, existen tres tipos de costos fijos:
-Costos fijos comprometidos. Son los costos generados por la planta, maquinaria y otras facilidades empleadas.
-Costos fijos de operación. Son costos que se requieren para mantener y operar los activos fijos.
-Costos fijos programados. Son los costos de los programas especiales aprobados por la gerencia.
