¿Qué es la economía circular?

¿Qué es la economía circular?

La economía circular trata de una propuesta restaurativa y regenerativa desde su diseño, que propone superar la línea frecuente de producción de “toma, crea y descarta”. Se apoya en la innovación sistemática y su objetivo principal es el redefinir el proceso de producción y consumo de productos y servicios, de modo que los residuos al tiempo que se reducen, minimizan los impactos negativos. Así mismo, apoyándose hacia la transición a fuentes de energía renovables, el modelo circular construye capital económico, natural y social. El concepto reconoce la importancia de que la economía funcione eficazmente en todas las escalas: empresas grandes y pequeñas, organizaciones, individuos; tanto a nivel local como global.

Una economía circular reemplaza el concepto de “fin de vida útil” a través de la implementación de la restauración, lo que implica también eliminar el uso de productos químicos tóxicos que impiden reutilizar materiales y su retorno a la biosfera, apuntando a la eliminación de desechos partiendo del diseño superior de materiales, productos, sistemas y negocios.

La transición a una economía circular no solo implica ajustes en relación al impacto negativo de la economía lineal sino que, al contrario, representa un cambio sistémico que construye resiliencia a largo plazo, generando oportunidades comerciales y económicas, proporcionando beneficios ambientales y sociales.

En este modelo económico se distinguen los ciclos técnicos y biológicos. Los ciclos biológicos permiten la regeneración de los sistemas vivos como el suelo, que a su vez proporcionan recursos renovables para la economía. Los ciclos técnicos recuperan y restauran productos, componentes y materiales a través de estrategias como reutilización, reparación, refabricación o (en última instancia) reciclado.

Los principios básicos en los que se sostiene la economía circular son:

  1. Diseñar los desechos. Los residuos no existen sino que los productos están diseñados y optimizados para un ciclo de desmontaje y reutilización. Estos ajustes son los que definen y diferencian la economía circular de los procesos tradicionales de eliminación de desechos e incluso del reciclaje. Procesos en que se pierden grandes cantidades de energía y mano de obra.
  2. Concepto de circularidad. Introduce una diferenciación estricta entre los componentes consumibles y duraderos de un producto. Los productos consumibles dentro de la economía circular están hechos principalmente de ingredientes biológicos o “nutrientes” que no son tóxicos sino más bien beneficiosos, por lo que pueden ser devueltos de forma segura a la biosfera, directamente o en una cascada de usos consecutivos.
  3. Consumidor. Replantea el concepto de consumidor remplazándolo por el término usuario, lo que implica una forma diferente de establecer las relaciones contractuales entre las empresas y sus clientes enfocándose en el rendimiento del producto. A diferencia del funcionamiento actual de la economía de compra-consumo, los productos duraderos pueden arrendarse, alquilarse, compartirse siempre que sea posible. De este modo, la reutilización del producto o sus componentes y materiales no termina en el final de su período de uso primario.

Estos principios impulsan fuentes definidas de creación de valor que ofrecen oportunidades para un mayor aprovechamiento y arbitraje de precio entre los materiales usados y vírgenes.