Antes de iniciar tu negocio sin importar al rubro al que te vayas a dedicar o el tamaño que pretendas tener, debes, como emprendedor, analizar el presupuesto de apertura. Incluir este punto en tu plan de negocio te dará una panorámica de cuanto necesitas para comenzar.
Si bien es cierto que cada negocio es diferente, sin embargo, las planificaciones presupuestarias iníciales de una empresa son básicamente las siguientes.
La primera inversión que debes hacer es en tus instalaciones, busca un local económico, pero que sea seguro y efectivo para el tipo de negocio que quieras emprender. Antes de alquilar fíjate que lo puedas utilizar tanto para oficina, como para almacenamiento y fabricación. En el caso de que aún no sea necesario pagar una renta, analiza la posibilidad de hacerlo desde tu casa o desde un espacio de trabajo compartido (co-working).
Otro elemento importante que debes incluir en tu presupuesto es el equipamiento. En los primeros años de vida de tu negocio si no es necesario comprar equipos nuevos no lo hagas, puedes rentarlo o simplemente encontrar equipos usados que estén en buena calidad.
A la hora de iniciar tu negocio también debes pensar en los materiales. Procura comprar materiales de buena calidad y en grandes proporciones para que te salgan más económicos, en caso de que no lo vayas a utilizar puedes hacer acuerdos con los proveedores para su debida devolución.
Además, analiza que porcentaje debes destinar para el personal de la empresa. Estudia las tareas que puedes hacer tu mismo o aquellas que no son necesarias todavía en tu negocio. Otra recomendación es pagarle a alguien por tiempo parcial o por sub-contratas para que no te cargues de tantos compromisos financieros de índole fiscal. En tal caso de que te veas obligado a contratar trabaja con los recursos que están a tu disposición para que los gastos sean los más bajos posibles.
Finalmente, incluye en tu presupuesto los seguros de tu empresa. Abarca el seguro médico de tus empleados, el seguro de vida, el seguro de vehículo en caso de ser necesario, el seguro de pérdidas financieras y el seguro de interrupción de negocios (es el seguro que eventualmente puede pagar a los propietarios de pequeñas empresas la pérdida de ingresos debido a los desastres naturales o daños personales al dueño u otro personal clave).